Invita Iglesias
“Desde hace cuatro años un vacío político recibe al presidente de la Generalitat en Madrid”, se lamentaba ayer un exconseller. Exactamente desde el 13 de septiembre del 2012. Artur Mas presentaba en la capital la hoja de ruta de la “transición nacional catalana” envuelta en la primera de las grandes manifestaciones de la Diada. La máxima autoridad española que se encontraba entre el público era el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno. Gobierno, PP, PSOE y empresarios de primer nivel ningunearon al president y la Zarzuela tuvo que precisar que la presencia del jefe de la Casa no suponía apoyo político alguno.
En cuatro años cambian algunos protagonistas y el contexto, pero Rajoy y el vacío persiste...
1) Artur Mas evitaba pronunciar la palabra independencia, mientras Carles Puigdemont es capaz de conjugarla con la enésima demanda de un referéndum pactado sin irritar a sus socios de ERC y la CUP. El president es un independentista de cuna y su mensaje nítido en Catalunya le permite contener el calendario a la espera de un gesto imposible desde Madrid y hasta insertar el referéndum en una reforma de la Constitución.
2) El fracaso de la política dio paso a los tribunales, el rechazo institucional se mantiene y multiplica. A Mas le dijeron que “era mejor que no se presentara en Madrid, que esperara”, y a Puigdemont no le quedan motivos para no avanzar mientras espera. La presencia gubernamental pasó del director general de Asuntos Jurídicos y Relaciones Institucionales en el 2012 al jefe de gabinete del ministro de Exteriores. El ministro Margallo carga contra el “mayor desafío a la unidad de la nación española desde el 6 de octubre de 1934” pero topa con la presencia turbadora de una decena de embajadores escuchando a Puigdemont.
3) Mas llamó a la puerta de la Moncloa con 62 diputados de la antigua CiU por la financiación, mientras Puigdemont esgrime 83 diputados –2.335.000 votantes–, de 135, que reclaman un referéndum. El problema catalán suma y sigue gracias a los comunes. La mano tendida del president garantiza el viaje con la confluencia de izquierdas hasta julio, cuando llegue el momento del “referéndum o referéndum”. Además, la decapitación de Pedro Sánchez deja a Pablo Iglesias como único interlocutor de la Generalitat en Madrid.
Así que se avanza hacia la independencia en clase turista, hoteles que esquivan las estrellas y menús sin mantel de menos de 20 euros.
Ayer pagó Iglesias…