El reglamento permite acortar los plazos del debate
La ausencia de concreción en el reglamento del Congreso sobre el desarrollo del debate de investidura permite buscar fórmulas que compriman los plazos. Aunque la Mesa aún no ha abordado el asunto, Alicia Sánchez Camacho avanzó ayer esa posibilidad. Las fuentes de la presidencia de la Cámara consultadas subrayan que corresponde a la presidenta convocar el pleno, y tiene que hacerlo con 24 horas, con lo que finalizado el trámite de consultas en 24 horas puede celebrarse el pleno. Además, el formato elegido en las dos anteriores investiduras, que fue tan criticado por unos u otros, que reservaba la primera jornada sólo al presidente, y el debate se celebraba al día siguiente, podría constreñirse, de forma que empezara a primera hora de la mañana y ya a mediodía podrían empezar las intervenciones de los grupos, de forma que al final del día podría celebrarse la primera votación. Dado que Rajoy, como mucho, obtendría la abstención del PSOE en la segunda votación, habría que esperar 48 horas –este plazo sí que no se puede acortar– de forma que si el debate empieza un miércoles, el viernes podría votarse. Todo depende de que los grupos no se extiendan más allá del tiempo reglamentado –media hora– y de que las respuestas se produzcan en bloque o una a una, e incluso que se prescinda de la contrarréplica.