Los otros catalanes universales
Guardiola pronto se sumará a la lista clásica de catalanes universales: Casals, Cugat, Dalí, Miró, Oró... Pero hay otros que deberemos reivindicar tan pronto como las turbias aguas del oficialismo se aclaren un poco. Joseph Pujol i Mauri, por ejemplo, marsellés de origen catalán conocido con el nombre artístico de le Pétomane por su habilidad para emitir sonidos por el ano. Pujol inspiró novelas y películas. A finales de los sesenta, antes de que Pink Floyd grabase Body sounds ,el oulipista François Caradec y Jean Nohain publicaron en California un monográfico en inglés sobre su figura que causó furor. Hace ahora diez años el escritor begurense Adrià Pujol Cruells también publicó una deliciosa biografía en catalán, naturalmente no autorizada, del Pujol Petòman. En la misma letra P de la enciclopedia de los otros catalanes universales figurarían los hermanos Padrós i Rubió. Joan Padrós, empresario y dirigente deportivo, fue uno de los fundadores del Real Madrid y primer presidente del equipo de Florentino, de 1902 a 1904. Su hermano Carles Padrós, que en 1910 sería diputado del Partido Liberal (por Mataró) a las Cortes de Madrid, sucedió a Joan al frente de la casa blanca y presidió el Madrid de 1904 a 1908.
En una entrevista al escritor asturiano Xuan Bello en Vilaweb descubro a un nuevo aspirante, por ahora anónimo, a catalán universal. Le preguntan al autor de la formidable Historia universal de Paniceiros (2002) si llamar bable a la lengua asturiana tiene un matiz peyorativo. Bello responde que “la filología menéndezpidaliana intentó que adquiriese este carácter peyorativo, transformándolo en sinónimo de patués”. Y entonces afirma que el vocablo bable es una errata cometida por un impresor tarraconense. El instinto del cazador de otros catalanes universales me lleva a detenerme ahí como uno de esos pointers que señalan la presa. Sostiene Bello que Jovellanos encargó una gramática del asturiano a González Posada, a la sazón arzobispo de Tarragona. Por eso se imprimió en la ciudad del Chartreuse, y una de las primeras frases reza: “El idioma de los asturianos, comúnmente denominado bable...”. Bello sostiene que es una errata. Debía decir fabla pero un tarraconense en la imprenta, quien sabe si bajo el influjo del fortísimo licor cartujano, se confundió y en vez de fabla puso bable. “Y cuando Jovellanos lo lee, piensa: si González Posada lo dice, debe ser verdad. Y a partir de ahí empieza a circular”. Bello también recuerda, rechazándolas, las otras dos hipótesis clásicas: que bable es un acrónimo de barbara lingua o que procedería del inglés to babble (balbucear). Pero le parece más ajustada la hipótesis del impresor creativo de Tarragona. Otro catalán universal.
El escritor asturiano Xuan Bello afirma que ‘bable’ proviene de una errata cometida por un impresor de Tarragona