La madre de la niña agredida advirtió que era amenazada
La policía no ve acoso y el caso pasa a la Fiscalía de Menores
La Policía Nacional ha descartado inicialmente que la agresión sufrida por una menor en el patio del colegio Anselm Turmeda de Palma sea un episodio de acoso escolar. Un extremo que desmiente la familia de la niña, que ha denunciado que la brutal paliza que obligó a hospitalizar a la víctima se produjo después de otras agresiones y amenazas.
Una de las hermanas desveló ayer que apenas tres días antes de la paliza en el patio del colegio la madre puso en conocimiento de la dirección del centro los insultos y amenazas que venía sufriendo su hija, así como una hermana de esta, de 12 años. Es más, estas amenazas fueron comunicadas en varias ocasiones. Pese a la versión de la familia, los agentes que han interrogado a todos los implicados en este suceso concluyen, por el momento, que sólo se ha podido acreditar un delito de lesiones. Todos los implicados tienen edades comprendidas entre los 7 y los 12 años, por lo que son inimputables. En cualquier caso, y tras tomar declaración a los menores y a la directora del centro, se han traslado diligencias la Fiscalía de menores, que podría dar un nuevo enfoque al caso. La familia no se da por satisfecha y reclama depurar responsabilidades.
En este sentido, la directora del colegio Anselm Turmeda de Palma aseguró a los investigadores que no tuvo conocimiento de los hechos hasta las dos de la tarde dado que la niña, según dijo a la policía no manifestó ningún mal físico antes de salir de la escuela.
Fue casi tres horas más tarde de lo sucedido cuando la madre, al ir al colegio a recoger a su hija, tuvo que trasladarla al hospital donde ingresó con múltiples hematomas, desplazamiento de riñón y lesiones en las costillas.
Esta circunstancia ha sido muy criticada por la familia, que ayer insistía en falta de respuesta por parte del centro que no sólo dejó atendidos a los menores durante la hora del recreo sino que además no actuó con rapidez.
Los familiares insisten en que la dirección del centro escolar falló
Los agentes sólo han acreditado un delito de lesiones y todos los implicados son menores de edad
al no adoptar ningún tipo de medida preventiva después de las primeras amenazas y reclaman la expulsión de los alumnos implicados en la violenta agresión.
Precisamente, la continuidad en el centro de los menores acusados de la paliza mantiene en vilo a muchos padres que ayer optaron por no llevar a sus hijos a clase. Algunos adoptaron la decisión tras constatar que sus hijos tienen miedo tras presenciar como golpearon a su compañera.
Con este panorama, y en un intento de rebajar la tensión, la Policía Nacional y la local vigilaron ayer los accesos al centro. El Govern de Balears insiste en la necesidad de que el colegio recupere la normalidad tras el interés mediático que ha levantado la agresión de la niña por parte de sus compañeros tras una discusión por una pelota durante el recreo. Fue golpeada después de que ella cogiera el balón con el que jugaban al fútbol porque había sonado el timbre que anunciaba el final de recreo.