Las bicis podrán ir por las aceras un año más
El Ayuntamiento de Barcelona decide retrasar la aplicación de la prohibición al menos hasta noviembre del 2017
Las bicicletas podrán seguir circulando por las aceras de Barcelona al menos hasta noviembre del 2017. Fuentes municipales confirmaron ayer la decisión del gobierno de la ciudad, adelantada por El Periódico, de prorrogar al menos durante un año la moratoria de la normativa que debía obligar a los ciclistas, a partir del próximo mes, a apearse de todas las aceras de menos de cinco metros de anchura.
El departamento que dirige la concejal de Movilidad, Mercedes Vidal, ha tomado esta determinación, que ya se había sugerido durante la presentación de los planes del Ayuntamiento para fomentar el uso de estos vehículos de dos ruedas, para dar un margen de tiempo suficiente a la ampliación prevista de la red de ciclovías de la ciudad. El objetivo del gobierno que preside Ada Colau es superar al final de este mandato, en mayo del 2019, los 300 kilómetros de carriles reservados, triplicando así prácticamente la red actual. La mayoría de estos cambios en las calzadas de las calles de la ciudad no se harán efectivos hasta el año que viene.
El 1 de noviembre era la fecha marcada en un principio para expulsar a las bicicletas de las aceras de menos de cinco metros de anchura (y tres metros de espacio libre), una medida que incluiría la mayoría de las del Eixample. Esta prohibición fue incluida en la modificación de la ordenanza de la circulación de peatones y vehículos aprobada por una amplía mayoría del plenario municipal el 27 de febrero del 2015, cuando CiU todavía gobernaba Barcelona. La normativa de aplicación diferida contó con el apoyo de los grupos de CiU, PSC, ICV-EUiA y ERC. Este capítulo de la ordenanza, que no entrará en vigor hasta el 1 de noviembre del 2017 en el mejor
El gobierno municipal quiere esperar a que esté operativa la ampliación prevista de la red de ciclovías
de los casos –es muy probable que entonces se decida una nueva prórroga– establecía dos excepciones: permite la circulación de bicis por las aceras de más de 4,75 metros de ancho en horario nocturno (de las 22.00 a las 7.00) y de las conducidas por los menores de 12 años y los adultos que los acompañen.
La normativa determina que cuando un ciclista circule por la calzada lo tendrá que hacer preferentemente (pero no obligatoriamente) por el carril más próximo a la acera . En caso de que circulen por el carril bici, la ordenanza establece que los ciclistas tendrán prioridad de paso respecto a los vehículos a motor. En los casos de entornos “pacificados” las bicis podrán circular en ambos sentidos de la marcha en calles de peatones, calles residenciales de velocidad máxima de 20 km/hora, y cuando tengan una plataforma única, excepto que una señalización específica lo prohiba.
El objetivo de la extensión del sistema de carriles bici es que prácticamente toda la población disponga de uno a menos de 300 metros de su casa. A la ampliación de la red de ciclovías piensa destinar el Ayuntamiento de Barcelona más de 30 millones de euros durante este mandato.