La moneda del Brexit
El temor a un Brexit duro lleva a mínimos a la divisa
Los continuos mensajes del Gobierno de Theresa May en referencia a un proceso abrupto de separación del Reino Unido de la Unión Europea han castigado en los últimos días a la libra esterlina, cuya cotización no deja de caer.
Los continuos mensajes del Gobierno de Theresa May, primera ministra británica, sobre un Brexit duro –en referencia a un proceso abrupto de separación del Reino Unido de la UE– han castigado en los últimos días a la libra esterlina. La divisa británibles ca llegó ayer a caer un 2,1% frente al dólar y cerca del cierre se cambiaba a 1,2115 dólares. En las últimas cuatro sesiones, la libra ha perdido más de un 4% de su valor, la peor evolución desde el 23 de junio, el día del referéndum. Y en lo que va de mes, cede ya más de un 6%.
Precisamente ayer, Michael Saunders, uno de los responsa- de política monetaria del Banco de Inglaterra, advirtió que un “Brexit turbulento” podría reducir drásticamente el crecimiento de la economía británica. “Dada la escala y persistencia del déficit de cuenta corriente del Reino Unido, no me sorprendería si la libra cae más, pero soy bastante escéptico sobre si es probable una mayor depreciación”, dijo Saunders a legisladores en una presentación escrita.
Como otros altos cargos del Banco de Inglaterra, Saunders se mostró optimista sobre cómo reaccionaría la entidad ante más descensos de la libra, diciendo que es probable que no impacte en la inflación. En medio
Mientras el Banco de Inglaterra trata de vender calma, algunos analistas ven una caída muy pronunciada
de un clima cada vez más tensionado, el banco central trata de poner paños calientes para que no cunda el pánico. El lunes, el exgobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, dijo que la caída en la libra era un “cambio bienvenido”.
Sin embargo, en las últimas sesiones, las ventas de la divisa británica se imponen claramente a las compras. Ante la incertidumbre, nadie quiere pillarse los dedos por mucho que el supervisor dé a entender que la situación está cerca de estabilizarse. Cuando empezó la crisis, en el 2007, el cambio de la libra estaba en los 2,1 dólares.
Ahora, algunos analistas –todavía, una minoría– empiezan a deslizar la idea de que la libra podría encaminarse a la paridad con el billete verde. Eso implicaría, desde el cambio actual de la divisa, una depreciación de casi el 20%. La última vez que la libra estuvo a esos niveles tan bajos fue en febrero de 1985, en los últimos años de Margaret Thatcher en Downing Street, cuando tocó los 1,05 dólares.