Pagar por minimizar los riesgos para la salud
La recomendación de la OMS de subir tasas a las bebidas azucaradas para reducir su consumo y, con ello, la obesidad y la diabetes, coincide con la publicación de un informe que señala que los dos de los principales fabricantes de refrescos, Coca-Cola y PepsiCo, financiaron a 96 organizaciones promotoras de la salud en Estados Unidos con el objetivo de minimizar la concienciación sobre el vínculo entre las bebidas azucaradas y la obesidad. El trabajo, publicado en la revista científica de la Asociación de Medicina Preventiva de EE.UU., señala que de las 96 organizaciones patrocinadas, había 63 organizaciones de salud pública, 19 organizaciones médicas, siete fundaciones de salud, cinco organizaciones gubernamentales, y dos grupos de suministro de alimentos. La lista contiene dos organizaciones contra la diabetes, la Asociación Americana de Diabetes y la Fundación de Investigación de Diabetes Juvenil. Durante el periodo de estudio, esas dos compañías presionaron contra 29 proyectos de ley de salud pública destinados a reducir el consumo de refrescos o mejorar la nutrición. De estos, 12 propuestas legislativas pretendían aumentar los impuestos sobre las bebidas azucaradas y cuatro sobre regulaciones del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria. Además, tres aludían a reglamentos publicitarios, una era relativa al límite de tamaño de esas bebidas en Nueva York, y otro era un proyecto de ley para extender las etiquetas de advertencia sanitaria de los cigarrillos a este tipo de bebidas.