Vía libre al nuevo Bernabeu
La reforma costará 400 millones y el estadio se techará, pero no ganará aforo
Después de muchos meses, malentendidos y duras y agrias negociaciones, el Real Madrid y el consistorio que lidera la alcaldesa Manuela Carmena (Ahora Madrid) cerraron ayer el acuerdo que permite desbloquear la paralizada reforma del Santiago Bernabeu, firmada en el año 2012 cuando el alcalde era Alberto Ruiz-Gallardón (PP) y presentada a bombo y platillo el 31 de enero del 2014, ya bajo la presidencia de Ana Botella (PP). Todo se vino abajo cuando el pasado marzo el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) negó la necesaria modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Aunque Florentino Pérez insistió ayer en que el proyecto es el mismo, en realidad es más modesto: no permite que el club gane en edificabilidad ni prevé la construcción de un centro comercial ni un hotel de lujo en la fachada de La Castellana. Esto último quedó en entredicho en el discurso del presidente del Madrid, que, preguntado al respecto, aseguró que “no está descartado”.
Clave para dicha posibilidad será el traslado de las oficinas actuales del Bernabeu a la ciudad deportiva de Valdebebas, lo que despejaría 8.000 metros cuadrados ahora ocupados. En el proyecto tumbado por el TSMJ el centro comercial y el hotel disponían de 12.500 metros cuadrados.
Las líneas maestras del proyecto en cuanto al estadio sí que son las mismas del que se presentó hala ce dos años encargado al estudio de arquitectos GMP Architekten, L 35 y Ribas. El Bernabeu mantiene el aforo (80.000 espectadores), pero dispondrá como novedad de un techo retráctil que tardará unos quince minutos en desplegarse y contará con un moderno sistema de iluminación led en la fachada que variará en función de luz diurna, parecido al que existe en el Allianz Arena de Munich. En palabras de Florentino Pérez, “el nuevo Bernabeu se dotará de una piel envolvente que lo convertirá en uno de los iconos emblemáticos de nuestra ciudad y uno de los mejores estadios del mundo, un símbolo indiscutible de la fuerza de nuestra capital, de la que nos sentimos tan orgullosos”.
El Bernabeu también estrenará un videomarcador de 360 grados y ampliará el museo del club para hacerlo más interactivo. El actual parking en la fachada de La Castellana pasará a ser una gran plaza de uso público y el centro comercial de La Esquina del Bernabeu se demolerá y en su lugar se levantará un espacio ajardinado de 6.000 metros cuadrados en la plaza de los Sagrados Corazones.
El coste de la obra está estimado en unos 400 millones de euros y su financiación está prevista a cargo de IPIC, un fondo de inversiones y multinacional petrolera con sede en Abu Dabi (Emiratos Árabes) dueña asimismo de Cepsa. A cambio de dicho patrocinio el Santiago Bernabeu pasará a llamarse Bernabeu-Cepsa o Bernabeu-IPIC, nombre todavía en discusión.
La intención del club es comenzar las obras en el verano del 2017, aunque fuentes del Ayuntamiento no lo ven tan claro porque “los trámites administrativos pueden prolongarse aún un año”. Las obras podrían prolongarse dos años o dos años y medio.
A diferencia de lo que ocurrió en el FC Barcelona, los socios del Real Madrid no serán consultados sobre la idoneidad del proyecto. Este sólo necesitará el aprobado de la asamblea anual, donde acuden menos de mil socios y donde Florentino Pérez suele contar con mayorías a la búlgara (superiores al 95%). La de esta temporada se ha retrasado hasta el domingo 23 de octubre.
Que la Asamblea del Madrid apruebe la prometida y hasta ahora aplazada reforma del Bernabeu ya es todo un clásico desde la primera presidencia de Florentino, comenzada en el 2000.
La alcaldesa se mostró encantada con el acuerdo: “No hay cosas peores para una ciudad que los estancamientos, los proyectos en tierra de nadie. Hay que reunirse, escucharse, ceder por uno y otro lado y después tener agilidad. A veces se nos olvida que una característica esencial del ser humano no es la agresividad, sino la cooperación. Sentarse, escuchar y resolver problemas”.
En su réplica Florentino Pérez quiso destacar que “cuatro millones visitan cada año nuestro estadio. Nuestro club tiene unos valores indestructibles. El más importante de todos es que el Real Madrid no tiene dueño, pertenece sólo a sus socios, que son los que marcan su destino”. Pero esta vez nadie les ha consultado ni tendrán nada que votar.
“FLORENTINO PÉREZ El más importante de nuestros valores es que el club pertenece sólo a los socios, que son los que marcan su destino” “MANUELA CARMENA No hay cosa peor para una ciudad que los proyectos estancados; hay que reunirse, escucharse y ceder”