La Vanguardia (1ª edición)

Cafeteros con aroma

- XAVIER G. LUQUE Barcelona

El ciclismo colombiano está de moda y las expectativ­as para la temporada 2017 son ilimitadas. Ya no se trata tan sólo de las actuacione­s destacadas de los ciclistas cafeteros en las carreras por etapas y fundamenta­lmente en las altas cumbres. Colombia tiene ganadores de grandes vueltas y además ha demostrado contar también con campeones para lucirse en las clásicas. Más allá de las actuacione­s brillantes de Nairo Quintana, Esteban Chaves o Miguel Ángel López en carreras por etapas, más allá de las victorias puntuales de nivel Champions, como la de Jarlinson Pantano en una etapa del último Tour, Colombia enloquece ahora con los éxitos de sus ciclistas en carreras que tenían vetadas por la tradición. Sólo en las últimas semanas hemos visto al risueño Chaves llevarse el Giro de Emilia y repetir en Lombardía. A supermán López imponerse en la Milán-Turín y, por último, la estratosfé­rica victoria al sprint del misil Fernando Gaviria en la París-Tours.

Precisamen­te Gaviria, por sus opciones en el Mundial del próximo domingo en Doha, es el hombre de moda en Colombia. Todo un rey del embalaje (sprint) que se ha curtido en la pista. ¡Y de qué manera! Campeón mundial de omnium tanto en juveniles (2012) como en la élite (2015 y 2016). Su hermana mayor también es pistard y el padre de ambos, entrenador en los velódromos. Pero el misil está ya lanzado en la carretera. El pasado enero, con sólo 21 años (cumplió los 22 en agosto), el antioqueño se plantó en el Tour de San Luis y se llevó una etapa por delante de Peter Sagan y Elia Viviani. Claro que un año antes, aún más joven, ya se llevó dos etapas de esta prueba argentina. Y quien mordió el polvo entonces fue Mark Cavendish... “Mi estilo de sprint es muy sencillo. Son las ganas de ganar, de pasar el primero por la raya”, explica. Su sueño es ser “el mejor pedalista del mundo”. El domingo podría conseguirl­o.

Mucho más conocido por sus actuacione­s destacadas en las grandes vueltas es Johan Esteban Chaves. Sólo este año ha sido segundo en el Giro y tercero en la Vuelta. En Italia le llaman el colibrí. También es conocido como chavito. Una sonrisa perenne le acompaña. Y sus caracterís­ticas físicas de escalador, incluso de jinete: 1,64 metros y 55 kilos. Una pluma sobre la bicicleta.

En 2013 sufrió un terrible accidente en el trofeo Laigueglia. Trauma craneoence­fálico, contusión pulmonar, fractura del yunque del oído derecho, del pómulo, del esfenoides derecho (en la base del cráneo) y de la clavícula. Y aún más: los nervios que van desde la nuca hasta los dedos de su mano derecha estaban completame­nte seccionado­s a la altura del hombro. Coma profundo, un agujero negro en su memoria, desde media hora antes del accidente hasta cinco días después. Una operación de siete horas y una sentencia: “Olvídate, nunca volverás a ser ciclista”. Tuvo que aprender a escribir, comer, peinarse y cepillarse los dientes con la mano izquierda. Y ahí está. No hace mucho aún no podía levantar el brazo derecho en señal de victoria.

Entre sus objetivos figura ser el primer colombiano de amarillo en los Campos Elíseos, para lo que necesita que un tal Quintana no le arrebate el sueño. Mientras, tiene un título asegurado: el hijo de un carpintero de Bogotá es ya el primer colombiano que conquista uno de los llamados monumentos: Lombardía.

Hay otros, como Pantano, Urán, Miguel Ángel López, los Henao o Atapuma. Pero esta trilogía colombiana la completa, lógicament­e, el más famoso de todos, Nairo Alexander Quintana. Ya ha conquistad­o el Giro y la Vuelta, pero en el Tour no logra batir a Froome. Todavía. El año próximo volverá a intentarlo y con él palpitará toda Colombia. Su recepción tras ganar la Vuelta duró varios días en Bogotá y luego continuó en Boyacá, donde el ídolo de Cómbita es un héroe. “Nos borró a todos”, reconoció el exciclista Santiago Botero. El negro Nairo, hijo del vendedor de frutas, hermano de Nelly Esperanza, Willinton Alfredo, Leidy Jazmín y Dayer Uverney, éste también ciclista. Nairo, enfermo hasta los tres años, tenía tentado de difunto, decían. Alguien que había tocado a un muerto tocó, cuentan, a su madre embarazada. “La vida me dio otra oportunida­d”, explica él. Le esperan en el podio de París. En lo más alto, por supuesto.

Gaviria acaba de ganar en Tours y es uno de los favoritos en el Mundial del próximo domingo Chaves y Quintana tienen el mismo sueño: ser el primer colombiano de amarillo en París

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26 años
Nairo Quintana 26 años
 ??  ?? Fernando Gaviria
22 años
Fernando Gaviria 22 años
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26 años
Johan Esteban Chaves 26 años

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