El reto digital del jamón
Enrique Tomás acelera en el canal on line y prepara el reparto a domicilio
Todo el mundo tiene a mano un número de teléfono o una aplicación en el móvil para encargar una pizza para cenar, o incluso un menú de sushi. “¿Por qué no podemos llevarte a casa un surtido de jamón e ibéricos, con el pan recién horneado, listo para cenar? Podemos ser una alternativa seria a la pizza, eso sería el diamante de la empresa”, dice Enrique Tomás. Este año Tomás prevé unas ventas de 55 millones de euros, un 31% por encima de los 42 millones del 2015. En paralelo al plan de expansión de la cadena de tiendas-degustación que lleva su nombre –ahora tiene 84 tiendas, espera cerrar el año con cerca de 100–, el empresario explora otras formas de vender jamón, aprovechando al máximo las herramientas digitales: la venta on line de producto envasado y el reparto a domicilio desde las tiendas.
Enrique Tomás abrió la tienda on line hace cuatro años, “y duplica ventas cada año”, asegura. Este 2016 prevé vender 1,5 millones de euros en jamón por internet, el 75% en el extranjero. “Es un negocio de volumen”. Por otro lado, la firma explora “cómo definir y estandarizar procesos y menús, para que se pueda garantizar que el producto que llega a casa en menos de una hora esté en perfecto estado. El gran reto es el delivery desde las tiendas. Empezaremos cuando esté bien definido”, dice Tomás.
Para el 2017, Enrique Tomás espera que la suma del negocio on line y a domicilio se acerque a los 5 millones de euros, y después... “En diez años, podríamos vender un millón al día”, se imagina Tomás. Para desarrollar esta estrategia, cuenta con el apoyo de la consultora Roca Salvatella. “Antes teníamos
La compañía se acerca al centenar de tiendas y facturará este año 55 millones de euros, un 30% más
una web como cualquier tienda, a la que iba gente a comprar. Ahora aplicamos análisis de información, y vamos a buscar a los clientes por las redes”, explican. Además, Tomás ha fichado como consejero a Ignasi Ferrer, para aportar su experiencia de más de diez años al frente del grupo Eat Out / Pans & Company.
Pero Enrique Tomás sigue creciendo a pie de calle. Ahora tiene 53 tiendas propias (en Barcelona, Madrid, Eivissa, Londres, y dos concesiones en la T4 de Madrid y en Luton: los aeropuertos son un nuevo filón por explorar) y 31 franquicias. Y está a punto de abrir en México, de la mano de un socio, la que deberá ser punta de lanza de su aventura americana. “El jamón no lo puedes mandar. Lo tienes que llevar”, dicen: a México viajan las piezas de jamón entero, los cuchillos y un experto cortador. “La mayoría del jamón que se exporta cortado y envasado al vacío se estropea enseguida”.
Para afrontar este crecimiento, Tomás adquirió hace unos meses, con un socio, una fábrica en Villanueva de Córdoba (con cámaras de frío y secaderos) y capacidad para 200.000 piezas, que se suma a las naves que tiene en Badalona y Santa Coloma. Y Tomás quiere crecer, pero sin prisa, fiel a su máxima: “El jamón tiene que ser bueno. Si no, mejor cómete un bocadillo de atún o de tortilla”.