Las obras del tren lanzadera al aeropuerto acabarán en el 2018
El ministro de Fomento declina concretar más cuándo concluirá todo el proyecto y entrará en servicio la conexión
“Según los plazos previstos”, así continúan los trabajos del tren lanzadera que conectará el centro de Barcelona con el aeropuerto, uniendo por ejemplo la estación de Sants con El Prat en 19 minutos, según manifestó ayer el ministro de Fomento en funciones, Rafael Catalá, en una visita de obras.
El proyecto se licitó en el año 2010 y, después de estar guardado en un cajón, comenzó a realizarse en julio del 2015. Si no surgen contratiempos, la primera fase estará acabada en el 2018. Entonces quedará pendiente una segunda fase, que se licitará al mismo tiempo que se realiza la primera y consistirá en la ejecución de la superestructura, la señalización, la instalación de las comunicaciones y la explotación de la línea.
Fomento, que se encuentra redactando el proyecto, no quiere marcar el calendario de esta segunda fase y, por lo tanto, no se sabe cuándo el nuevo servicio entrará en funcionamiento. No hay una fecha marcada. Para la primera fase ahora en construcción se requiere una inversión de 272 millones de euros para realizar la nueva conexión ferroviaria de Rodalies, que tendrá una longitud de 4,5 kilómetros y dispondrá de paradas en las terminales T1 y T2. Unos 3,3 kilómetros de la nueva vía estarán en un túnel de 10,6 metros de diámetro y una profundidad máxima de 25,8 metros. Es el elemento más complejo de la actuación.
En su primer tramo hasta la estación intermodal de la T2 tendrá 1.364 metros de longitud y, después, recorrerá 1.466 metros bajo las pistas del aeropuerto hasta llegar a la T1. Ahora los trabajos se concentran en la boca oeste del túnel. Es allí donde se preparan las tierras para que la tuneladora, del mismo tipo que la que realizó los túneles de Barcelona, Girona y Montcada i Reixac para la llegada del AVE, pueda comenzar a llevar a cabo el gran agujero. “Es una obra de una gran complejidad técnica”, explicó Catalá. La realiza una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Copicsa, Ferrovial y Sacyr.
“Se trata de una intervención muy demandada por la ciudadanía”, aseguró el ministro. Se espera que entre siete y nueve millones de viajeros anuales utilicen el nuevo tren lanzadera, que competirá con otros sistemas de transporte público como el autobús o el metro y con el transporte privado. El proceso de creación del túnel bajo pistas del aeropuerto obligará a cerrar una de ellas, lo que generará restricciones de operativa previstas para noviembre del 2017.“Adif y Aena trabajarán con absoluta coordinación”,
Fomento calcula que utilizarán el futuro tren entre siete y nueve millones de personas al año
indicó Catalá, que reconoció que se deberán “ajustar slots” y prometió que se avisará “con suficiente antelación” a las compañías.
Para la segunda fase de las obras Fomento quiere apostar por un modelo de colaboración público-privada, lo que puede llegar a suponer un aumento en el precio final del transporte, al no ser únicamente Renfe quien explote la línea. “Esta actuación, entre muchas otras, demuestra el compromiso de inversión del Gobierno en Catalunya”, dijo el ministro. Pero quedan en el aire actuaciones clave para la mejora del maltrecho funcionamiento de Rodalies, como el soterramiento de las vías en l’Hospitalet de Llobregat. “Valoramos la importancia económica de Catalunya y sus infraestructuras y también la cantidad de población que se beneficiará de esta actuación”, argumentó Catalá, que el viernes almorzó con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con quien trató sobre un proyecto que mejorará la movilidad del área metropolitana.