La Vanguardia (1ª edición)

Ogier acaricia el Mundial y Sordo sueña con la victoria

- ESTEVE GIRALT Salou

Sébastien Ogier (Volkswagen) conseguirá hoy, si no se produce un descalabro, su cuarto título mundial consecutiv­o en el podio de Salou. Tras el abandono ayer de su compañero Andreas Mikkelsen, que sufrió un espectacul­ar accidente, el francés necesita sumar un solo punto en el RallyRACC Catalunya-Costa Daurada para asegurarse el Mundial. Pero el francés, muy ambicioso, atacó ayer sin piedad a Dani Sordo (Hyundai) y logró arrebatarl­e bajo el sol, después de dos días de lluvia, el liderato de la prueba.

El cántabro, ovacionado durante toda la jornada en las carreteras del interior de Tarragona y el paseo Marítimo de Salou, está a menos de 6 segundos (5,8s) de Ogier, por lo que mantiene todas las opciones para conseguir su primera victoria en Catalunya. Y visto lo visto se la jugará para lograrlo. “No nos vamos a rendir”, aseguró.

La siempre intensa jornada del sábado evidenció que este rally es cosa de dos. El tercer clasificad­o, Thierry Neuville (Hyundai), está a más de un minuto del español, lo que da una idea del mérito del cántabro ante la fortaleza de la escudería alemana. Incluso antes de abandonar, Mikkelsen ya había perdido casi toda opción de luchar por la primera o la segunda plaza.

Sordo y su copiloto, el catalán Marc Martí, que iniciaron el día en cabeza con 17s sobre el francés, resistiero­n con valentía las embestidas de Ogier desde el primer tramo de la mañana, la tradiciona­l subida a la Mussara desde Vilaplana (Baix Camp). Pero el francés logró reducir a la mitad la distancia respecto a Sordo a lo largo de la mañana, en 45 trepidante­s kilómetros de tramos cronometra­dos, hasta situarse a 7s. Por la tarde remató la faena. Éxito una vez más de público para seguir las espectacul­ares curvas de las estrechas carreteras de las montañas de Prades. La jornada acabó por la tarde en la especial de Salou, de 2 km por el paseo Marítimo. Un regalo para los aficionado­s que querían ver de cerca la espectacul­aridad del Mundial. Ogier demostró que con el asfalto seco no tiene rival, o casi. Sordo arriesgó mucho cuando las carreteras estaban húmedas, a primera hora de la mañana, para defenderse de los ataques del galo. Por la tarde sufrió de lo lindo. Para el recuerdo la ovación del público de Salou a Sordo, con muchas ganas de ver ganar al cántabro, siempre entregado en el rally catalán.

Promete emociones muy fuertes la cuarta y última jornada de hoy, con 62 km cronometra­dos sobre el asfalto, con Ogier pensando en su cuarto título mundial, sabedor que sólo un accidente puede prorrogar el alirón, y con Sordo apretando hasta el final para ganar por fin la prueba.

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JAUME SELLART / EFE El Volkswagen Polo de Sébastien Ogier ya es líder del Catalunya

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