La Vanguardia (1ª edición)

La isla de los piratas

Los conservado­res ganan en los sondeos pero sin mayoría

-

La falta de mayorías claras puede situar a la oposición de izquierda como opción más apoyada en Islandia y otorgar el papel de árbitro al Partido Pirata, que puede ser la segunda fuerza parlamenta­ria.

“Si el pueblo está preparado, nosotros estamos preparados”. afirmaba la líder del Partido Pirata islandés, la abogada Birgitta Jonsdottir, ayer tras depositar su voto en su colegio electoral de Reykjavik. Aunque el Partido Pirata ha ido perdiendo impulso y los sondeos lo sitúan muy lejos del 43% que le llegaron a dar hace seis meses, en medio de la crisis que tumbó al primer ministro y provocó el adelanto de las elecciones, podría acaparar buena parte del descontent­o de los islandeses con los partidos tradiciona­les después de ocho años convulsos tras el estallido de la crisis económica.

Los estudios de opinión sitúan a los piratas en una sólida segunda plaza, con un apoyo que va del 17,9% al 21,2%, varios puntos por delante del Movimiento de Izquierda Verde, y han ejercido de hecho como líderes de la oposición. A iniciativa suya se celebraron esta misma semana varias reuniones con los rojiverdes, socialdemó­cratas y el centrista Futuro Brillante, que culminaron con una declaració­n conjunta en la que muestran su voluntad de gobernar juntos, como ya hacen en la capital, Reikiavik, desde el 2014.

Aun así, la alianza de izquierdas podría no alcanzar la mayoría –fijada en 32 escaños–. Y aunque el Partido Pirata, al que sus críticos acusan de no tener postura clara en muchas cuestiones, reuniese una mayoría absoluta, tampoco es seguro que vaya a liderar un gobierno. La ausencia de un líder claro y la condición de política más popular del país de la líder rojiverde, la exministra Katrin Jakobsdótt­ir, podrían llevar a esta a la jefatura de gobierno.

Katrin Jakobsdótt­ir ha conducido de nuevo a su partido a la lucha por el poder menos de cuatro años después de sufrir un duro castigo electoral por formar parte del primer gobierno de izquierda de Islandia, nacido tras la crisis del 2008 y que acabó siendo muy impopular por impulsar una dura política de recortes sociales para recuperar la economía.

El conservado­r Partido de la Independen­cia, que gobierna en coalición con los centristas, se perfilaba ayer como principal favorito a ganar las elecciones. Aunque según los últimos sondeos, la falta de mayorías claras situaba a la oposición de izquierda como opción más apoyada y otorgaba el papel de árbitro al Partido Pirata, que podría pasar de ser la fuerza más pequeña del Parlamento a la segunda más votada en menos de cuatro años desde su fundación. El principal obstáculo para el Partido de la Independen­cia, tradiciona­l fuerza dominadora en Islandia –desde 1944 sólo perdieron en el 2009, enmedio de la histórica crisis económica–, es que aunque gane tendrán muchas dificultad­es para formar gobierno. A sus aliados del Partido Progresist­a los sondeos les pronostica­n un resultado pésimo –en torno al 10%, menos de la mitad que en el 2013–, castigados por el escándalo originado el pasado mes de abril por los vínculos con los papeles de Panamá del primer ministro, Sigmundur David Gunnlaugss­on, forzado a dimitir.

Los otros cinco partidos con opciones a entrar en el Parlamento ya han rechazado de antemano apoyar a los conservado­res, incluida Reforma, una escisión europeísta del Partido de la Independen­cia a la que las encuestas colocan cuarta y que tampoco ha querido participar en las reuniones durante la campaña del centroizqu­ierda.

Una alianza de izquierdas podría aupar a la exministra rojiverde Katrin Jakobsdótt­ir

 ?? GEIRIX / REUTERS ?? Birgitta Jonsdottir, fundadora y líder del Partido Pirata, votó ayer en Reikiavik
GEIRIX / REUTERS Birgitta Jonsdottir, fundadora y líder del Partido Pirata, votó ayer en Reikiavik

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain