Qué hacer si se descubre una estafa
La instalación energética es responsabilidad del cliente, por lo que el titular del contrato es el garante de la custodia del equipo de medida y de la instalación de su hogar y el responsable de los fraudes que se puedan cometer. Por ese motivo, los clientes deben velar para que en sus instalaciones no se produzca ninguna actividad irregular porque son los responsables de las consecuencias de ese delito, incluso si ha sido cometido por un tercero.
Fraude involuntario o heredado Manipulación de un tercero
Hay ocasiones excepcionales en las que un usuario sufre la manipulación del contador por parte de un tercero. Aunque el titular no es el causante de la manipulación, sí es, según la ley, el responsable de su correcto funcionamiento.
El fraude puede detectarse a través de la factura, ya que si el titular no ha cambiado de hábitos de consumo, pero la energía facturada desciende o aumenta bruscamente, puede estar en situación de fraude, situación que deberá poner en conocimiento de la compañía con el objetivo de que pueda ser corregida de inmediato.
Robo de electricidad entre particulares
Cuando un usuario toma parte de su suministro del circuito de un vecino, está cometiendo un delito de robo entre particulares. En este caso, el usuario que sufre el robo debe poner este asunto en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado al tratarse de un delito. La distribuidora eléctrica puede aportar al cliente una inspección profesional de la acometida y la instalación, que puede servir para presentar la denuncia y como prueba pericial del juicio.
En el caso de que se alquile, adquiera, herede o recepcione una vivienda que ha estado alquilada a un tercero es aconsejable realizar una revisión de la instalación para verificar que está en perfectas condiciones.
En caso de detectarse una anomalía, el titular del contrato debe poner en conocimiento de la compañía la situación de fraude con el objetivo de que pueda ser corregida rápidamente.