Todos a por lo que queda del PSOE
El hemiciclo del Congreso pareció ayer un episodio de National Geographic. Imaginen a Rajoy en el papel del león que da caza a la gacela, en este caso el PSOE. Pero después de mordisquearla y saciar su apetito, la presa queda inerte sobre la pradera, dispuesta a ser devorada hasta los huesos por media cadena animal. El PSOE está despedazado y, de Podemos a ERC, todos quieren su parte del festín, es decir, aspiran a quedarse con los votantes que oscilan del desencanto al cabreo por la abstención.
Al PSOE le va a costar recuperarse “sangre, sudor y lágrimas”, como dice su sufrido portavoz, Antonio Hernando, que estos días es el socialista más vilipendiado dentro y fuera del hemiciclo. Pero lo más curioso es que entre las gacelas unas se dediquen a hacerles la zancadilla a las otras. Con Pedro Sánchez dispuesto a regresar, algunos quieren aprovechar el voto en contra del PSC para reconsiderar la relación y vetar la presencia de ese partido en los órganos de gobierno del PSOE. Eso podría dejar a los socialistas catalanes fuera de combate en la elección del secretario general del PSOE. Sin embargo, un cambio en el protocolo de relación se tiene que aprobar en sendos congresos del PSC y del PSOE, y la elección del líder del PSOE se realiza justo antes por primarias. Es decir, la maniobra no llegaría a tiempo para la próxima batalla y abriría más heridas. No es de extrañar que Rajoy se mire el paisaje con cierta displicencia. Ha sido el presidente elegido con menos votos en contra mientras la oposición se despelleja con frenesí.