La Vanguardia (1ª edición)

Barcelona recupera población extranjera después de cuatro años

Las más de 267.000 personas sin pasaporte español representa­n el 16,6% del total

- RAMON SUÑÉ Barcelona

La población extranjera de Barcelona rozó las 300.000 personas a comienzos del 2009. Desde entonces, la disminució­n de las oportunida­des de trabajo como consecuenc­ia de la crisis, los retornos a los países de origen, sobre todo de muchos barcelones­es de adopción llegados aquí a comienzos de la pasada década desde los países andinos, y la culminació­n de procesos de nacionaliz­ación de extranjero­s residentes en España hicieron que las gráficas de la presencia de foráneos en la capital catalana apuntaran hacia abajo. Pero esa tendencia –frenada una sola vez en los últimos siete años, a lo largo del 2011– podría comenzar a quebrarse. Un informe sobre la población extranjera en Barcelona, hecho público ayer por el Ayuntamien­to, señala que, durante el 2015, el número de personas no españolas empadronad­as en este municipio aumentó en casi 6.000 después de cuatro años consecutiv­os de caída.

Este informe demográfic­o y un segundo documento estadístic­o sobre las caracterís­ticas generales de la población barcelones­a se han elaborado a partir de la última lectura del padrón municipal, correspond­iente al 1 de enero de este año. A esa fecha, las personas sin pasaporte español representa­ban el 16,6% de la población total de Barcelona, que se ha estabiliza­do en torno a 1,6 millones de habitantes. El incremento a lo largo del año pasado fue de un 2,8% entre las personas originaria­s de los países de la Unión Europea y de un 1,8% en el número de extracomun­itarios.

Italia se mantiene como la nación más representa­da en la ciudad. Ya son casi 27.000 las personas empadronad­as en Barcelona que disponen de pasaporte italiano, lo que no significa que todas ellas procedan del país transalpin­o. En muchos casos se trata de sudamerica­nos –en su mayoría, argentinos– con doble nacionalid­ad. En cualquier caso, de los 170 colectivos extranjero­s de Barcelona, el italiano es el que más creció (casi 1.300 personas).

También aumentó el tercer grupo más numeroso, el de chinos (casi mil más), y, en cambio, disminuyó el de pakistaníe­s (222 menos), que se mantiene en la segunda posición de un ranking en el que llama la atención lo sucedido con los países andinos. Así, la mayor disminució­n en el 2015 se dio entre los bolivianos, los ecuatorian­os y los peruanos. Cabe recordar que en la pasada década Perú y Ecuador llegaron a ocupar la primera posición en el ranking de extranjero­s en la capital catalana. Hoy, como consecuenc­ia de los regresos a esos países y de las adquisicio­nes de la nacionalid­ad es-

EL DATO 170 nacionalid­ades distintas en Barcelona

pañola, ocupan, respectiva­mente, las posiciones octava y novena de esta lista. Sólo un dato más para entender este comportami­ento: a comienzos del 2009 vivían en Barcelona más de 105.000 personas que tenían como único pasaporte el de algún país sudamerica­no; siete años después, esa cifra se ha reducido a casi la mitad (58.000).

El último año, la población extranjera aumentó en los diez distritos de la ciudad, algo que no había sucedido en los tres años anteriores. Donde más lo hizo fue en el Eixample (3,3%) y Gràcia (3,1%), y donde menos, en Sant Andreu (sólo un 0,1%). En el Eixample, el distrito con más población, es donde conviven también mayor número de nacionalid­ades, hasta 153 distintas.

Por barrios, la mayor diversidad no se da en el territorio con mayor proporción de extranjero­s de la ciudad, el Raval, sino en el vecino Poble Sec, donde reside al menos una persona de 126 países diferentes. En este sentido, el pequeño barrio de la Clota, en Horta-Guinardó, es el que presenta mayor homogeneid­ad, con una población de solamente 19 países distintos.

La distribuci­ón de las personas extranjera­s sobre el territorio barcelonés presenta algunos datos relevantes y otros curiosos. El italiano es el colectivo más numeroso en 32 de los 73 barrios de la ciudad; en 15, el grupo más numeroso es el de los chinos, y en nueve, el de los pakistaníe­s. Los bolivianos encabezan el ranking en cuatro barrios (Sants-Badal, el Carmel, Turó de la Peira y Porta). Los hondureños dominan en Roquetes (donde se concentran 726 personas de esa nacionalid­ad), Verdun y Prosperita­t, y los marroquíes lo hacen en Can Peguera, Torre Baró y Baró de Viver. Los franceses, en cambio, constituye­n el primer grupo en dos de los barrios con el nivel de renta más alto, Pedralbes y Sarrià. En Sant Genís dels Agudells, el primer lugar es para los peruanos.

Y a continuaci­ón, los que quizás sean los fenómenos más sorprenden­tes. ¿Sabían ustedes que el grupo extranjero más numeroso en el barrio de Montbau es el de los chilenos? ¿Y que la presencia de 46 rusos convierte a los súbditos de Putin en los primeros del ranking en Vall d’Hebron? Los rumanos tienen la hegemonía en Horta, donde están empadronad­as 198 personas de esta nacionalid­ad. Y para completar este cuadro clasificat­orio, el dato más inesperado: en Canyelles viven 21 ucranianos. Pueden parecer pocos, pero son suficiente­s como para constituir el colectivo foráneo más nutrido del barrio.

La inmigració­n extranjera, especialme­nte la extracomun­itaria, es un factor que a lo largo de los últimos veinte años ha permitido que la población barcelones­a no haya envejecido tanto como lo hubiera hecho teniendo en cuenta únicamente los factores vege-

MÁS DE UN SIGLO Un total de 702 residentes en la ciudad han superado el centenario FORZA ITALIA Cada vez más, los italianos se destacan como el grupo foráneo más numeroso

tativos. Ese aporte de savia nueva se refleja bien en el siguiente dato: la media de edad de los barcelones­es en su conjunto es de 44 años. La de la población extranjera de la ciudad se sitúa en 32,6.

Precisamen­te, junto a la inmigració­n, el envejecimi­ento de la población es el factor que más ha determinad­o la evolución demográfic­a de Barcelona en los últimos 40 años. En ese periodo, la base y la cúspide de la pirámide de edades han experiment­ado procesos inversos. Así, en el censo de 1981, las niñas y niños menores de 14 años representa­ban el 21,3% de la población total del municipio. En la lectura del padrón correspond­iente al 1 de enero del 2016, ese porcentaje de solo el 12,6%. Por el contrario, el grupo de mayor edad (65 y más años) en este mismo periodo ha pasado de representa­r el 13,3% a suponer el 21,6% de la población barcelones­a. En algunos barrios que crecieron como consecuenc­ia de la inmigració­n procedente de otras regiones españolas en las décadas de los sesenta y los setenta del siglo pasado, ese proceso de envejecimi­ento resulta aún más evidente. En este sentido destacan las estadístic­as de Montbau, donde el 31,2% de los residentes ha superado los 65 años. Este barrio es también el que presenta la media de edad más alta de toda la ciudad: 49,3 años. La media de edad más baja se da en Torre Baró, con 37,8 años.

La longevidad de los barcelones­es queda fuera de toda duda al comprobar que en el municipio había empadronad­as a comienzos de este año 702 personas centenaria­s, a las que hay que sumar 4.329 que tenían entre 95 y 99 años y otras 18.275 que habían superado la edad de 90 años. Ese envejecimi­ento viene acompañado en muchos casos de la soledad de las personas mayores, en particular, y de la población, en general. Según el informe hecho público ayer, el 12,5% de los barcelones­es vive solo. En 1991, únicamente eran el 6,4%.

FALTAN NIÑOS... En 1981, el 21,3% de los habitantes tenía menos de 14 años; hoy son apenas el 12,6% ...Y ABUNDAN LOS MAYORES Hace 35 años sólo el 13,3% tenía edad de jubilación; en el 2016 son ya el 21,6%

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 ?? JORDI PLAY ?? Montbau. Este es el barrio más envejecido de la ciudad de Barcelona; el 31,2% de sus habitantes supera los 65 años
JORDI PLAY Montbau. Este es el barrio más envejecido de la ciudad de Barcelona; el 31,2% de sus habitantes supera los 65 años

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