Una obra sobre el islamismo radical gana el premio Joan Fuster de ensayo
Joan Garcia del Muro reflexiona sobre cómo los jóvenes ceden al radicalismo
Joan Garcia del Muro (Lleida, 1961) dice que, de las muchas obras publicadas en Francia que abordan el auge del islamismo radical, la hipótesis contenida en Sumisión, de Michel Houellebecq, “es la que menos me interesa”. A este filósofo, profesor en la Ramón Llull, lo que más le ha motivado de esta realidad son las razones por la que muchos jóvenes franceses deciden incorporarse a los movimientos islamistas radicales. Y concluye que “creo que lo que sucede es que ellos han islamizado su radicalismo, son gente de aquí que estaba vacía y el islam ha sido la excusa o canal para exteriorizar este vacío”.
Joan Garcia del Muro ganó ayer el premio Joan Fuster de ensayo en la 45 edición de los premios Octubre organizados por Tres i Quatre. Su obra, Soldats del no-res, dotada con 6.000 euros, es justamente una reflexión sobre un fenómeno que se ha intentado explicar desde diferentes disciplinas y áreas de conocimiento, especialmente en Francia, donde se han registrado graves atentados terroristas.
El autor, creador de varios ensayos y obras sobre filosofía, cuestiona la teoría del choque de civilizaciones y apunta más hacia las condiciones de vida de esos jóvenes y también hacia la carencia de códigos sociales. “Cuando abandonan Francia y se marchan a Siria no aprenden allí la radicalización, sino que ya la llevan”. A lo que se suma, añade, la “falta de fundamentos en nuestra civilización y la ausencia de pensamiento libre”.
Joan Garcia del Muro denunció ayer también el intento de “la clase política” por eliminar la asignatura de filosofía de la educación obligatoria. “Es lamentable que se quite aquello que ayuda a aprender a pensar”.
El premio Andròmina de narrativa, dotado con 10.000 euros, se concedió a la obra La vida
és dura del valenciano Josep Franco. Un relato que es una metáfora sobre el papel de los intelectuales en la época contemporánea. Hipótesis trazada a partir de la historia del éxito y caída de un pintor; “una disección forense de una sociedad que ha acabado en pesadilla”, según subrayaba ayer el jurado del premio Andròmina.
Josep Franco (Sueca, 1955) es un escritor de reconocido prestigio en la Comunidad Valenciana. “Soy fusteriano”, repite para ubicar el sentido de una obra que se inicia con una frase de Joan Fuster y que es en sí misma una reflexión existencialista. Aunque, como añade el autor, hay una posibilidad de redención, de recuperación, que “no quiero desvelar, no voy ha hacer spoiler de mi libro”. Advierte que esta narración “no es fácil de leer”.
El premio Vicent Andrés Estellés de poesía lo ganó el poeta valenciano Rubén Lozano (1982) con su obra Alguna cosa. El autor subrayó ayer que este poemario “intenta utilizar la palabra para llegar más allá, habla de la insuficiencia del lenguaje, de como este intenta buscar, de ir, más allá, pero cómo nunca llega donde quisiera”. Los tres premios literarios fueron entregados por Eliseu Climent por la noche en la tradicional gala literaria de los premios Octubre.