Psicodelia bailable
The Chemical Brothers Lugar y fecha: Poble Espanyol (27/X/2016)
Acostumbrados a ver a The Chemical Brothers en grandes festivales, su actuación en el Poble Espanyol fue una ocasión especial dada la pequeña dimensión del recinto. Y lo fue porque permitió disfrutar con más detalle de su impactante espectáculo, en el que además de música ofrecen un elaborado compendio de imágenes.
El dúo británico que integran Tom Rowlands y Ed Simons lleva ya dos décadas instalado en la cúspide de la escena electrónica, y por lo visto aún les queda cuerda para rato. La aceptación de su propuesta, cada vez más sofisticada, les permite orillar la dictadura del ritmo para explorar nuevos terrenos colindantes con el pop y la experimentación. Así, además de sus Chemical beats y grandes éxitos, como la inicial Hey boy, hey girl o la despedida a lo grande con Block rockin’ beats, se permiten la introducción de temas cantados como Sometimes I feel so deserted, a medio camino del R&B y su característico big beat, para recordar que aún siguen con la presentación de su octavo álbum de estudio, Born in the echoes, que estrenaron el año pasado en el Sónar.
Tienen tanto donde escoger que algunos temas son medleys. Las maquinales voces introductorias de Do it again recuerdan la influencia de Kraftwerk para abrazar el subidón ácido de Get yourself high y pasar sin problema al funk gomoso deudor del estilo disco de Go. La rave lisérgica es un espectáculo de luz y color en el que además de proyecciones, rayos láser y humaredas participan dos robots gigantes para realzar el clímax de Under the influence, empalmado con un Galvanize que combina rap y melodía árabe.
Finalizado el éxtasis bailable, aún quedó la propina de un bis en el que aprovecharon para guiñar el ojo a la ciudad con Hold tight Barcelona, en un momento melódico y acuático que culminó Wide open –el tema con Beck– antes de rematar con el despliegue de las coloristas vidrieras que ilustran la explícita The private psychedelic reel.