El City coge aire
Los de Guardiola se exhiben antes de recibir al Barcelona
West Bromwich Manchester City El Manchester City necesitaba una victoria. Con la peor racha en la trayectoria de su entrenador, Pep Guardiola, los citizen llevaban encadenados seis partidos sin triunfo. El agobio empezaba a ser evidente, la presión de afición y prensa ya no era un simple susurro o murmullo y el liderato se ponía en jaque con el Arsenal goleando al Sunderland 1-4. La peor de las noticias para el City era que, para respirar, para conseguir tres puntos que sirvieran de analgésico, debían viajar a un campo hostil. A un territorio dominado por Tony Pulis, la antítesis del futbol combinativo de Guardiola.
El West Bromwich Albion es sinónimo de defensa. De músculo. Y de físico imponente. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El City se dio un festival para mantenerse en lo más alto de la tabla, sumando su primera victoria en siete encuentros y sobre todo, con la maquinaria a punto para recibir al Barça: 0-4 en The Hawthorns.
“De lo que más estoy satisfecho es de los tres puntos. Habíamos perdido un poquito de confianza en ese periodo de seis partidos sin ganar”, reconoció el técnico catalán.
La tarde tuvo un protagonista indiscutible: Sergio Agüero. El argentino presentó credenciales para ser titular ante los blaugrana el martes. Si lo logrará o no depende un Guardiola que se echaba las manos a la cabeza en admiración cuando el Kun remataba una preciosa asistencia de Ilkay Gündogan en el minuto 19 y sobre todo, cuando en el 28, disparaba un golazo desde la frontal. ¿Jugará de inicio entonces Agüero?, le preguntaron al catalán. “Yo creo que sí…”, dijo Pep con una sonrisa socarrona.
La sociedad entre el alemán y el argentino se hizo aún más fuerte en la segunda parte, cuando el Kun le dio un regalo en forma de asistencia al exjugador del Borussia Dortmund. Se unió a la fiesta un De Bruyne que en 20 minutos hizo estragos para entregar otro gol en bandeja a Gündogan, que ayer fue puro oxígeno en el centro del campo además de marcar dos goles. Vio las líneas como nadie, no dudó en las decisiones y fue el actor secundario de lujo. Con él, hubo pausa. Temple. Y seguridad.
Se abrazaron Guardiola y Agüero al final del encuentro, en perfecta sintonía. Respiraba aliviado el técnico catalán, que puede sumarse el punto extra de haber descifrado el más difícil de los códigos de la Premier, el del diez hombres defendiendo, el estilo de Pulis. Coge aire el City, que ya con De Bruyne recuperado, está listo para recibir al Barça.