Sólo nosotros sabemos lo que cuesta
Recuerdo perfectamente la última derrota del equipo. Por aquel entonces llevábamos más de 30 victorias seguidas. Fue en Logroño, el 18 de mayo del 2013, en una Liga en la que me gustaría recordar a todo el mundo que el Atlético de Madrid todavía participaba, y no habíamos perdido ningún partido hasta la penúltima jornada en Logroño. Aquellas eran las ligas que, según mucha gente, sí tenían mérito.
Muchos de nosotros, y especialmente yo, ya teníamos en la mente el récord de 67 victorias del Ciudad Real. Aunque ganar tantos partidos seguidos no te asegura títulos, tener un récord en tu poder y formar parte de la historia es algo que a los deportistas, y a mí, nos gusta.
Al caer derrotados por 33-31 aquel día de mayo del 2013 me pasó por la cabeza todo el trabajo que tendríamos que volver a hacer para estar otra vez en disposición de protagonizar algo tan complicado como ganar más de 67 partidos seguidos.
Han pasado más de tres años en los que hemos trabajado mucho y muy duro para poder llegar a ganar 100 partidos seguidos. Un trabajo en la pista, en las sesiones de vídeo, y como profesionales que somos, en casa cuidándonos y preparándonos como es debido. A partir de allí, las victorias que vengan después, ya vendrán, pero nunca poniendo límites ni objetivos concretos, simplemente intentando hacer nuestro trabajo día tras día y hacerlo lo mejor que podemos y sabemos.
Todo este trabajo del que os hablo es el que personalmente he sentido del mundo del deporte. No os podéis imaginar todas las personas con las que he hablado y me han dicho: “En la Liga os paseáis, ¿no?”. Como siempre digo, todos tenemos dos brazos y dos piernas, y estar durante más de tres Ligas consecutivas sin tener un día malo es algo que debe reconocerse como se merece, como algo histórico, que nunca nadie ha logrado en el deporte mundial.
Escribiendo estas líneas quiero aprovechar para recordar y agradecer a los jugadores, staff técnico, cuerpo médico, directivos, ejecutivos y todas las personas que de una forma u otra han ayudado a conseguir esta racha histórica. Sólo nosotros sabemos lo difícil que ha sido lograr algo así. Aunque mucha gente no le da la importancia que se merece, es un récord que siempre llevaremos con nosotros. Veremos cuánto tiempo tarda en romperse, no sólo en el balonmano, sino en el deporte mundial.
Estar más de tres ligas seguidas sin un día malo debe reconocerse como se merece, es algo histórico