Londres amplía Heathrow a fin de parar el golpe del Brexit
La inversión en infraestructuras pretende que crezca la economía
La expansión de Heathrow, un proyecto envuelto en todo tipo de problemas legales, es el epicentro de la política de crecimiento del Gobierno de Theresa May para el post-Brexit. Descartado o congelado por sucesivas administraciones conservadoras y laboristas, ha sido desempolvado con urgencia como quien va a la vieja casa familiar y quita las sábanas que cubren los muebles. La idea es parar el golpe de una desaceleración que cuestionaría la sensatez de la ruptura con la Unión Europea.
La luz verde a la ampliación del principal aeródromo londinense encaja dentro de la inversión masiva en infraestructuras prometida para impedir el colapso de la economía, y del que también forman parte la construcción de una línea de tren de alta velocidad que una Londres con el resto de Inglaterra, y de una nueva central nuclear con capital chino y tecnología francesa.
Consideraciones medioambientales e intereses políticos han provocado fuertes divisiones en la Administración May, tanto es así que el ministro de Exteriores, Boris Johnson –enemigo del proyecto desde que era alcalde de Londres–, ha dicho que la ampliación va a ser inviable debido a las demandas que se presentarán en los tribunales. Zac Goldsmith, diputado conservador por Richmond (una de las zonas más afectadas por el ruido de los aviones), ha dimitido para presentarse como candidato independiente, lo cual reduciría la ya de por sí precaria mayoría tory en los Comunes, en una batalla que la oposición presentará como un pequeño referéndum sobre el Brexit.
La construcción de una tercera pista de despegue y aterrizaje en Heathrow, si supera todas las trabas, costará 20.000 millones de euros, estará lista alrededor del 2030 y aumentará hasta 700.000 el número anual de vuelos al que ya ahora es el aeropuerto con más tráfico de toda Europa. Al mismo tiempo crearía unos 70.000 puestos de trabajo que servirían para compensar los que se pueden perder en sectores como los servicios financieros y las manufacturas si se confirma la salida del mercado único de la UE, y aportaría 160.000 millones de euros a la renqueante economía del país.
A Heathrow (75 millones de pasajeros anuales y vuelos a 350 destinos) no se le ha añadido ninguna pista de aterrizaje desde su inauguración en 1946 con un vuelo a Buenos Aires, y hace años que la congestión en su corredor aéreo es tan grande que los aviones han de esperar media hora o 45 minutos dando vueltas, gastando gasolina y emitiendo gases por el sur de Inglaterra, hasta que obtienen el permiso para tomar tierra. La tercera pista, de acuerdo a los planes iniciales, se construiría sobre una elevación artificial equivalente a un edificio de ocho pisos, y pasaría por encima de la autopista de circunvalación M25, de seis carriles en cada dirección, uno de los principales nudos de comunicaciones de la capital. De esa manera se evitará meter la carretera debajo de un túnel, con los colapsos circulatorias que conllevaría. Los costes serán financiadas inicialmente por los accionistas del aeropuerto, encabezados por la empresa española Ferrovial, pero trasladados eventualmente a los consumidores con un incremento de hasta 30 euros en el precio del billete.
El asunto se debatirá en el Parlamento el año que viene, y la primera ministra, Theresa May, ha concedido libertad de voto a los miembros del Gabinete, pero con la condición de que no hagan campaña activamente en contra de los planes. El debate para dotar a la capital inglesa de una mayor capacidad de vuelos comenzó hace ya cuarenta años, pero sucesivos gobiernos (el último el de Cameron) aplazaron siempre al final la decisión en vista de las presiones de grupos ecologistas. La alternativa que ha sido descartada consistía en dotar de la nueva pista de aterrizaje a Gatwick en vez de Heathrow.
Los niveles de ruido y polución en los barrios próximos al aeropuerto superan ya con creces los máximos permitidos por la Unión Europea.
Se estima que el plan aportará unos 160.000 millones de euros y creará 70.000 puestos de trabajo