La subida de Trump en las encuestas sacude las bolsas
Los mercados reciben con descensos la recuperación del magnate
La simple posibilidad de que Donald Trump empate o se imponga en las presidenciales de Estados Unidos, recogida en algunas encuestas, fue más que suficiente para volver a provocar una ola de inquietud en los mercados internacionales. Las acciones bajaron, mientras que los valores refugio, como el oro o la deuda pública, subieron de precio.
El progresivo ascenso en las encuestas estadounidenses del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, llevó ayer la incertidumbre a los mercados. Las bolsas mundiales cerraron con pérdidas y el dólar retrocedió ligeramente ante todas las grandes divisas. En caso de que ganara el magnate neoyorquino, se podría posponer la subida de los tipos de interés prevista para diciembre, según algunos analistas.
En cualquier caso, las caídas de ayer fueron muy moderadas. El Dow Jones perdía tan sólo un 0,24% cerca del cierre y, aunque acumula ya una semana seguida registrando números rojos, la corrección ronda el 2%. Puede que haya miedo a un vuelco electoral, pero no pánico. Quizás porque el mercado aún no se cree realmente que Trump pueda ganar.
Si finalmente se impone el candidato republicano, la reacción podría ser mucho más virulenta. Eso es lo que piensan, por ejemplo, en Barclays. En un informe enviado ayer a los inversores, los analistas de este banco aseguraron que un triunfo de Trump podría comportar una caída de entre el 11% y el 13% en el S&P 500, principal índice de la bolsa americana. En cambio, en caso de que resulte vencedora la demócrata Hillary Clinton, la bolsa podría llegar a subir hasta un 3%. “La sensibilidad de las cotizadas ante las elecciones puede ser mayor de lo que piensan los inversores”, afirmaba el informe de Barclays.
La ausencia de miedo ante una victoria de Trump no implica que se puedan producir algunos movimientos tácticos por lo que pueda pasar. Así, el oro, un valor refugio por excelencia, subía ayer casi un 1,5% hasta superar los 1.300 dólares la onza. Se ha revalorizado un 4% en las dos últimas semanas, algo que entra también dentro de toda la lógica ante una cita electoral como la que se avecina. El petróleo, en cambio, ha seguido el camino contrario en las últimas semanas. En este caso, su caída hasta los 46 dólares el barril a los que cotizaba ayer se atribuye simplemente a la dificultad de los países productores –de la OPEP y el resto– de pactar recortes en la producción para subir los precios.
La sensación predominante ahora en los mercados es la del wait and see, esperar a ver qué pasa. En primer lugar, con las elecciones norteamericanas. Y justo después, con las decisiones de política monetaria de los bancos centrales. Ayer se reunió la Reserva Federal de Estados Unidos y, como estaba previsto, lo dejó todo para su cita del 14 de diciembre, ya bajo la mirada del presidente electo. Lo previsto es que se suban los tipos en un cuarto de punto, tal como hizo en diciembre del año pasado. “El argumento para una subida de tipos de interés se ha continuado reforzando”, aseguró el comunicado del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed.
Antes de que Janet Yellen y su equipo de gobernadores decidan, lo hará el Banco Central Europeo (BCE), el 8 de diciembre. No se descartan nuevas medidas en los tipos de los depósitos o anuncios en el programa de compra de bonos, que expira, si no hay cambios, en marzo. La lejanía en el cumplimiento del objetivo de la inflación en la eurozona podría motivar la extensión del programa, aunque Alemania y los bancos suspiran por una suavización de la expansión cuantitativa.
Pero diciembre aún está muy lejos. Ahora, en Europa, también manda la actualidad estadounidense, que debilita ligeramente su moneda y hace un poquito menos competitiva la economía europea con el euro en los 1,11 dólares. Ayer, el Eurostoxx se dejó un 1,4%, pero en esta evolución pesó mucho el descalabro de los bancos italianos y españoles. El Ibex cayó un 1,85%, su mayor retroceso porcentual en tres meses, y acabó en los 8.873 puntos, con un retroceso del 7% en el año. Fue el tercer día seguido cayendo. La Bolsa de Milán se dejó un 2,5% por culpa de las entidades financieras. Seis de ellas perdieron más de un 4% en el día. Los bancos, allí y en muchos otros países, buscan aún su lugar en el mundo.
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