Un senador de Podemos gana 19.000 € con un piso social
Ramón Espinar ve un intento de alterar las primarias de Madrid
El portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, apenas dos días después de anunciar que se postulará a la secretaría general de Podemos en Madrid, tuvo que salir ayer a dar explicaciones por la compra y venta de un piso protegido. La acusación, lanzada por la cadena Ser, era “haberse lucrado” con una vivienda que adquirió en 2007 y vendió en 2011 “con 30.000 euros de lucro y sin haber llegado a ocuparla”. La historia que Espinar relató ayer en rueda de prensa apenas contradice la anterior (salvo en la plusvalía, fueron 19.000 euros, dijo) y a la vez, se parece poco: Espinar se había inscrito, con 21 años siendo estudiante, en el programa de Vivienda Joven del Ivima, de la Comunidad de Madrid. Pretendía, dice, acceder a algún piso en el sur de la ciudad, si la llamada operación Campamento –sobre terrenos del ministerio de Defensa– se llevaba a cabo. Pero el piso que le adjudicó el Ivima pertenecía a una promoción en Alcobendas, desarrollada por una cooperativa de CC.OO. Compró sobre plano, y a través de la cooperativa. “Cuando hago las primeras aportaciones a la cooperativa era estudiante, y lo hago en la previsión de que, una vez terminada mi carrera, podré pagar la hipoteca, de unos 500 euros”. Las aportaciones iniciales a la cooperativa –es decir, la entrada– las hizo con dinero prestado por su familia: “Mi madre, mi padre y mi abuela”. La emisora dice que 52.000 euros, él señala que le prestaron unos 60.000, “que les devolví cuando vendí el piso”. No ocupó la vivienda, explicó, porque para cuando estuvo construida y se escrituró, en 2010, había acabado sus estudios y “tenía beca de colaboración de 480 euros al mes; no podía hacerme cargo de la hipoteca”.
Siendo promovido por una coo- perativa, no cabe renunciar al piso y devolverlo a la Comunidad, “la forma de renunciar a él es venderlo”. En teoría, los pisos protegidos no se pueden vender a precio de mercado hasta diez años después de su adquisición. Para venderlo antes hay que obtener un permiso de la Comunidad y hacerlo al precio que esta fije. Espinar adujo sus magros ingresos y el Ivima aceptó. “Tanto la compra como la venta se efectúan por un precio que no fijo yo”.
“No veo nada poco ético en vender un piso que no te puedes pagar a un precio que no marcas tú”, dijo, tras declararse “dolido y golpeado”. Espinar está convencido de que, tras la noticia, hay intención de “injerencia” en las primarias de Podemos en Madrid, que se votan del 5 al 9 de noviembre: “Quien lo ha publicado lo conocía desde hace tiempo, me consta, pero ha esperado a que anuncie mi candidatura. Se dice que la información sale de mi declaración pública de bienes, pero es imposible. Mi declaración de bienes es de 2015, y la venta fue en 2011. No pudo salir de ahí”.
El senador asegura que vendió, a precio tasado, la vivienda que compró y no llegó a ocupar al “no poder pagarla”