Obama, Biden, Sanders, Warren..., todos en pie de guerra para salvar a Clinton
La candidata demócrata pide auxilio ante la desmotivación de negros y jóvenes
Hillary Clinton ha pedido auxilio. A la caída en los sondeos se añade ahora también la desmotivación de los jóvenes y los afroamericanos por acudir a las urnas. Y al grito de socorro, todas las figuras del firmamento demócrata, empezando por el presidente Obama, se han puesto en pie de guerra para conseguir lo que ella sola no puede lograr por sí misma. Obama, el vicepresidente Joe Biden y los líderes izquierdistas Bernie Sanders y Elizabeth Warren acudieron ayer a salvar a la soldado Clinton.
Una diferencia significativa entre la campaña de los dos candidatos principales reside en que mientras Trump prácticamente monopoliza el escenario republicano, Clinton prefiere compartir o incluso ceder el protagonismo a otras personas más populares que ella. La agenda de ayer no deja lugar a dudas. Trump celebró tres mítines en Florida y su compañero de ticket, Mike Pence, otros tres. En total, seis mítines de la candidatura republicana frente a veintitrés de los demócratas en trece estados protagonizados por diez oradores distintos. Clinton intervino sólo en dos
En el último spot electoral que ha empezado a circular, apenas aparece Clinton y siempre sin hablar. Lo protagonizan Barack Obama, Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Joe Biden y Michelle Obama. La conclusión tiene forma de pregunta. “Ellos están con ella. ¿Y tú?”.
Lo que los sondeos y el análisis del voto adelantado están poniendo de manifiesto es algo tan evidente como que Clinton no es Obama, sobre todo para el electorado afroamericano. Se las prometían muy fedonde lices los demócratas en Carolina de Norte, un feudo tradicional republicano donde los sondeos se les habían puesto de repente a favor. Ahí el huracán Obama del 2008 marcó una excepción histórica superando a John McCain por 14.000 votos. Carolina del Norte es un estado en el que de 10 millones de habitantes el 20% son afroamericanos, pero en los últimos años ha recibido inmigración de profesionales jóvenes blancos con estudios superiores. A ese fenómeno demográfico se atribuía el cambio político que vaticinaban los sondeos, pero todo ha resultado un espejismo. Clinton y Trump vuelven a estar empatados y el voto adelantado no presagia nada bueno para los demócratas. Llevan una ventaja sobre los republicanos de 13,4 puntos. Este dato que parece muy positivo no lo es en absoluto. Hace cuatro años en el mismo momento, los demócratas ganaban por casi 18 puntos y aun así acabó ganando Mitt Romney, por 92.000 votos. Si a estas alturas han votado 111.000 afroamericanos menos que entonces, se entiende el ataque de nervios de los demócratas.
Así que ha habido que programar tres mítines del presidente Obama en tres ciudades de Carolina del Norte y varias intervenciones en la radio. Ayer estuvo en Chapel Hill, por cierto tuvo de telonero a todo un James Taylor, que emocionó a todo el mundo cantando el clásico Carolina in my mind. Luego, Obama proclamó: “La suerte de la República está en vuestras manos”.
Pero antes, el presidente de EE.UU. dirigió una también emotiva pero severa reprimenda a los mismos que le votaron hace ocho años y ahora se hacen el remolón. “En este momento el voto latino está cumpliendo, el voto general es elevado, pero el voto afroamericano no está donde tiene que estar”, declaró el presidente adoptando un tono como de enfadado en el programa radiofónico matinal de Tom Joyner, uno de los más seguidos por la comunidad negra.
Obama se dirigió directamente a los afroamericanos exigiéndoles que vayan a votar como si se tratara de una obligación contraída con él: “Si realmente os preocupáis por mi presidencia y lo que hemos logrado, hay que ir a votar, porque si no, Donald Trump ya ha dejado claro que en dos semanas van a desmantelar todo lo que hemos hecho”.
El presidente reprende a los electores negros: “El voto afroamericano no está donde tiene que estar”
La tendencia también se ha torcido a favor de los republicanos en Florida, en Iowa y en Ohio. En Florida, que es de los estados clave el que suministra más votos electorales (29), los demócratas van perdiendo en el voto adelantado por 8.800 votos, según un cálculo de la CNN, cuando hace ocho años superaron en 50.000 votos a los republicanos. En Ohio, el estado paradigmático, los republicanos llevan 50.000 votos adelantados más que los demócratas, cuando en el 2008 ganaron estos. La comparación del actual voto adelantado con el de elecciones anteriores sólo da resultados optimistas para los demócratas en Arizona y Colorado. Aun así ningún pronóstico considera todavía favorito a Trump. El que más le otorga un 31% de posibilidades, que, bueno, tampoco son pocas.