Park Geun Hye
PRESIDENTA DE COREA DEL SUR
La presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye, está en el centro de un vasto escándalo de corrupción que podría implicar a altos cargos de su Gobierno y a directivos de siete grandes conglomerados empresariales e industriales.
Los grandes empresarios de Corea del Sur están bajo sospecha. La Fiscalía del país investiga al menos a siete grandes conglomerados empresariales, o chaebol, por su presunta implicación en el mayor escándalo de corrupción y tráfico de influencias que registra el país en décadas. Un caso que afecta directamente a la presidenta del país, Park Geun Hye, que pudo haber intercedido en favor de su amiga y confidente Choi Sun Sil, quien habría aprovechado esta amistad para apropiarse de parte de los fondos que las compañías donaban a dos organismos estatales.
Al menos cinco presidentes de los principales grupos empresariales (todos ellos en manos de grandes familias del país) pasaron este fin de semana por las oficinas de los fiscales del distrito central de Seúl. Se les interrogó durante varias horas sobre las millonarias donaciones efectuadas a dos asociaciones sin ánimo de lucro que controlaba Choi Sun Sil, una mujer de 60 años amiga personal y confidente de Park, que sin tener ningún cargo oficial controlaba su agenda, sus discursos, y le asesoraba en nombramientos y asuntos de Estado. Apodada la Rasputina coreana, se halla detenida desde primeros de mes.
Desde el sábado hasta ayer por la tarde desfilaron por los despachos de los fiscales el presidente de Hyundai (automóviles y siderurgia) y los de los grupos Hanjin (logística), SK (telecomunicaciones), Hanwha (químicas y seguros) y Posco (acería), así como el vicepresidente de Samsung Electronics, según la agencia Yonhap. Y para las próximas horas está previsto que comparezcan los máximos responsables de los grupos Lotte (comercio, ocio y servicios) y CJ (industria farmacéutica y biotecnología).
Entre todos donaron 77.400 millones de wones (más de 61 millones de euros) a las fundaciones Mir y K-Sports, dos organismos estatales destinadas a promover la cultura surcoreana, así como deportes poco populares y atletas que los practican.
La Fiscalía sospecha que todos fueron presionados por Choi Sun Il. Suponen que la Rasputina esgrimió sus vínculos con Park para obligarles a efectuar generosos donativos a las dos sociedades que controlaba y después apropiarse de parte de estos fondos.
Para averiguar estos detalles, los fiscales investigan las reuniones, colectivas y bilaterales, que mantuvo la presidenta Park Geun Hye con estos magnates a finales de julio del 2015. Para ello contemplan interrogar también a la dirigente surcoreana sobre su implicación en este escándalo en los primeros días de esta semana. Una iniciativa que supondría el primer interrogatorio de estas características a un presidente en ejercicio en la historia del país.
El asunto amenaza con llevarse por delante a Park, que asumió el cargo en el 2013. Su popularidad ha caído a un mínimo histórico del 5% según Gallup Korea y, a pesar de que ha pedido dos veces perdón públicamente, no ha logrado evitar que cientos de miles de surcoreanos salgan a la calle y pidan su dimisión cada sábado desde que estalló el escándalo en octubre.
Cientos de miles de surcoreanos piden cada fin de semana la dimisión de la presidenta Park