Minimalismo abstracto
Fina Oliver presenta sus últimos tejidos y esculturas
El artista británico David Tremlett, conocido internacionalmente por sus grandes pinturas murales, a menudo efímeras, pero también con obra en formatos más pequeños y en soportes permanentes, presenta su primera exposición individual en Barcelona en la galería Miguel Marcos.
David Tremlett no es un desconocido en nuestro país, pues hace años desplegó una gran muestra en la Fundació Joan Miró. Sin embargo, la exposición que presenta en Miguel Marcos es su primera individual en una galería privada de Barcelona. Tremlett (Kent, Reino Unido, 1945) es conocido internacionalmente por sus grandes pinturas murales, a menudo efímeras, pero también ha desarrollado su obra en formatos más pequeños y en soportes permanentes.
La selección de la actual muestra incluye diversos pasteles sobre papel y también un trabajo site-specific, un pintura mural que transfigura una de las salas de la galería. Es una intervención a escala arquitectónica que además parece representar unas formas y una estructura también arquitectónicas. Produce cierta melancolía pensar que esta obra se tendrá que destruir cuando acabe la exposición. Hace unos años Pat Andrea realizó dos espléndidos dibujos murales en Arts Santa Mònica, inspirados en la Alicia de Lewis Carroll, y cada vez que subo las escaleras de ese centro me acuerdo de aquel monstruoso y divertidísimo dibujo que ascendía por las escaleras como una serpiente gigante.
La pintura de Tremlett es abstracta y casi minimalista. En ocasiones cabe asociarla con las de otros artistas que, como él, se han expresado principalmente mediante la composición geométrica y cromática, y concretamente con determinadas etapas de Alberto Magnelli, Sol LeWitt, Robert Mangold, Ramón Herreros y Sabine Finkenauer.
Tremlett compone mediante la reducción y la variación de elementos expresivos. Se distingue de las propuestas constructivas más antiguas sobre todo porque sabe huir de los ángulos previsibles y establece un mayor dinamismo. Huye de la rigidez y prefiere la apertura y la fluidez. Los polígonos que estructuran sus obras recientes establecen entre ellos relaciones dinámicas y son tan irregulares que con cierta frecuencia dejan de ser propiamente polígonos, pues uno de sus lados es una línea curva. La pintura de Tremlett se puede mirar como se escuchan las formas y estructuras de una música. Galería Miguel Marcos. Jonqueres, 10. Hasta el 15 de diciembre.
Project SIO. La selección de pinturas y esculturas que exponen en Víctor Saavedra los tres integrantes de Project SIO permite descubrir la evolución reciente de Adriana Oliver en su programa de pintura neopop y las últimas figuras de Lautaro, quien aplica su formación clásica de escultor en mármol a sus estatuas en bronce. Sin embargo, en esta ocasión las obras sobresalientes las firma Fina Oliver.
Esta artista catalana está logrando en los últimos años sus mejores piezas. Sorprenden los grandes tejidos bordados de la amplia serie Escola de sants, que logran evocar mediante figuras y elementos cotidianos un cierto sentido de la existencia que celebra la inocencia y la experiencia de lo sagrado. La obra de Fina Oliver siempre ha tenido un fuerte componente poético, pero en esta ocasión, además, se expresa mediante formas y modos que aparecen como inéditos y propios del siglo XXI y que no podrían ser de una época anterior, por muy vanguardista que esta fuese.
A Joan Brossa, que hace tiempo expresó por escrito su admiración por esta artista catalana, seguramente le habrían encantado estos tejidos recientes. Tienen un carácter entre cotidiano y budista, incluso elementos cristianos. Pero no son obras religiosas en un sentido tradicional, sino completamente libres. Galería Víctor Saavedra. Enric Granados, 97. Hasta finales de diciembre.
Ana Jotta. La exposición que esta artista portuguesa presenta en ProjecteSD tiene el aspecto de una sola instalación compuesta por fragmentos dispersos y diversos. Jotta (Lisboa, 1946) trabaja a menudo a partir de objetos encontrados y se complace situándose en la frontera entre expresión y no expresión, entre la materialidad y su ausencia evocada mediante el vestigio o la huella. ProjecteSD. Pje. Mercader, 8. Hasta el 26 de noviembre.