Puigdemont: “Las cuentas son la última oportunidad”
El president agradece a la CUP poder debatir los presupuestos
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, hizo ayer un llamamiento “a la responsabilidad” de todos los grupos políticos del Parlament y, en especial a la CUP, para aprobar los presupuestos de la Generalitat del 2017 en lo que consideró la “última oportunidad” para culminar el camino hacia la independencia. Puigdemont se mostró convencido de que las formaciones independentistas “no fallaremos”.
Desde Amer, donde fue nombrado hijo predilecto durante el transcurso de las Festes de l’Aniversari, y municipio de donde es originario y donde se sumó a la concentración en defensa de las instituciones de Catalunya, Puigdemont agradeció a los cuperos que permitiesen que las cuentas puedan debatirse en el Parlament –algo que no ocurrió con las del 2016–, aunque les reprochó que “se ha perdido un tiempo que no teníamos que haber perdido”. “Espero –en una clara alusión a la CUP– que quien lo haya hecho perder reflexione ante esta segunda oportunidad”, insistió.
El presidente catalán cree que los presupuestos saldrán adelante porque la CUP mantendrá la “cadena de confianza con Junts pel Sí. “Se superó la cuestión de confianza y el debate de política general con buena nota y, ahora, se pasa la tramitación de los presupuestos”.
Y es que Puigdemont considera que si hay acuerdo en materia presupuestaria y “en el objetivo final de la legislatura”, los independentistas “de cualquier tendencia no le escatimarán a este gobierno la herramienta indispensable para culminar el proceso hacia la independencia”. Por otra parte, invitó a los contrarios al proceso soberanista a “que no se amparen en sus ideas antiindependentistas para no dar apoyo a unos presupuestos que son buenos para la gente. Entre la duda de elegir su fidelidad a la antiindependencia o servir a la gente –añadió–, les pido que elijan a la gente”.
Puigdemont aseguró que “donde haya un demócrata en Catalunya, habrá también una voz que se alce clara contra la deriva y la pulsión antidemocrática del gobierno español” y criticó que el Ejecutivo central se empeñe en “volver a resolver en los tribunales aquellas situaciones que sólo admiten una resolución, que es política o democracia”. Por este motivo, avanzó que el pueblo catalán “decidirá libremente en las urnas su vínculo con España y si quiere o no convertir Catalunya en un Estado independiente”.
El presidente catalán aprovechó la distinción que le entregó el pueblo de Amer para pedir a los catalanes “no desfallecer” y ser los “payeses de remensa” del siglo XXI en el camino hacia la independencia.