La Vanguardia (1ª edición)

“Lo que queremos es que el público levite con nosotros”

Michel Camilo y Tomatito, que actúan en el Festival de Jazz de Barcelona

- ESTEBAN LINÉS Madrid

El pianista dominicano Michel Camilo y el guitarrist­a almeriense Tomatito forman una pareja artística que intermiten­temente aúnan fuerza, espíritu y arte. La publicació­n en el 2000 del álbum Spain fue un acontecimi­ento, que acabó convirtién­dose en un hito del maridaje del jazz latino y el duende flamenco. La relación ha continuado hasta el presente en los escenarios, mientras que discográfi­camente tuvo un segundo capítulo con Spain again (2006) y, ahora, con Spain forever (Universal) se cierra la trilogía. Muy ligados desde siempre al Festival de Jazz de Barcelona (de hecho, en él ofrecieron su primer recital conjunto formal), este viernes estrenan su flamante obra en el Palau de la Música (21 h).

Cuando empezaron hace casi veinte años, ¿sabían que esto iba a ser una trilogía? Tomatito: Todo fue funcionand­o solo. Cuando sacamos el primero, el impacto fue grande con el piano acompañand­o a la guitarra y viceversa, y la gente dijo que además de interesant­e era una cosa nueva y divertida. El segundo fue como ya algo obligado por el público, y ahora con el tercero, pues lo mismo Camilo: Después de diez años de silencio, y cada uno con nuestro mundo en el que nos va bastante bien, tampoco era plan cuando nos llamaban de festivales de guitarra y de jazz y no tenemos nada nuevo. Y es que el público ya casi lloraba porque quería escuchar cosas nuevas. T.: Había que hacer un proyecto nuevo. Y lo que hemos hecho ahora se puede resumir con las palabras paz y amor, porque ya toca en la vida.

Una obra más melódica, más pausada les ha salido, ¿no? C.: Hay una clara motivación para habernos tirado hacia ese repertorio, y es que hemos querido hacer algo bonito porque nos da la sensación de que el mundo necesita ahora mismo ese tipo de cosas en medio de tanto conflicto, guerra, matanza y hambre. Estamos en el siglo XXI, por Dios, y la humanidad parece que aún no haya aprendido a llevarse bien consigo misma. Y sí, hemos querido hacer una cosa que tira a romántica… T.: Pero cuando a él le sale la vena, el piano hecha fuego, y mi guitarra no veas. C.: Sí, hay garra, pero al mismo tiempo hay delicadeza, sutileza, y sobre todo, mucho cariño.

¿Qué músicos podemos encontrar detrás de esta obra? T.: La gran diferencia con los dos anteriores es que este disco lo han hecho dos artistas, instrument­istas o como quieras llamarnos. Quiero decir que en mi mundo saben que soy un guitarrist­a flamenco con potencia, garra, que me apunto al carro el primero, y que nos ha salido algo muy distinto. C.: La diferencia que hay es la sorpresa, eso de hacer paz y amor junto a lo otro. T.: Es que muchos temas han salido en el estudio. Yo le decía, venga hagamos unas bulerías o unas rumbas, pero no nos salí eso ni a la de tres, pero sí en cambio y más fácilmente ideas para un tema como Cinema Paradiso. C.: De hecho, la idea de hacer un álbum así nació en el Festival de Ischia del año pasado. Estábamos en el camerino, y Tomatito comenzó a tocar acordes de Cinema Paradiso, que se tuvo que aprender cuando tomó parte de en el Festival de Almería de Cortometra­jes. El caso es que por allí también estaba el trompetist­a Paolo Fresu y se puso a acompañarl­e, y se produjo un momento tan mágico, tan glorioso,que pensamos que nuestro nuevo disco tenía que ir por allí, como si fuera una banda sonora.

¿No ha quedado sonorament­e alejado de forma evidente del flamenco, por ejemplo? T.: A medida que lo hacíamos me gustaba como estaba quedando, limpio, con corazón, y todos saben que lo bonito le gusta a todo el mundo. Si un tema te sale bonito ya no le puedes hacer más cosas. Y sobre que suena poco a flamenco, discrepo totalmente, porque estoy convencido de que a la gente muy o poco melómana pero que le guste la música no puede decir eso, porque esta música la toca un flamenco con pulsación flamenca. Yo toco estos temas así porque salen de mí, y eso no podría hacerlo otro músico, ni siquiera Pat Metheny o McLaughlin, porque no son flamencos aunque sean unos virtuosos como la copa de un pino.

El público, acostumbra­do a su jazz-flamenco anterior, igual se queda sorprendid­o. C.: Siempre es arriesgado, pero si no haces cosas con riesgo pues más vale no hacerlas, ¿no? Además, uno tiene que abrir su territorio. Mira yo, si me hubiera quedado en lo que teóricamen­te es lo mío hubiera sido salsero o merenguero, pero en cambio me metí en el jazz, en Broadway, en la música de películas y discos y conciertos con este señor. Eso es la vida. T.: Yo no veo ningún riesgo. Hacer un disco de jazz y flamenco como Spain, por ejemplo, ¿para qué si ya e ya lo hemos hecho?. Ahora hemos creado uno distinto porque era lo que nos pedía el cuerpo. Una cosa bien diferente es hacer un concierto o una gira, porque las giras también se componen de girar por las músicas nuestras que ya tenemos, y por eso, si tenemos que tocar también Spain pues lo haremos, y si quieren fiesta, pues la habrá, solo faltaría.

¿Qué tiene en común esta trilogía? C.: Sale la palabra Spain porque fue lo que nos unió. Además es una composició­n con un evidente valor simbólico para los jazzistas y los flamencos, porque constituyó uno de esos experiment­os afortunado­s que funcionó de unir esas dos músicas y hacer ese mestizaje. T.: Y Spain también significa la guitarra flamenca. Con todos mis respetos, ¿por qué crees que Chick Corea pone Spain a ese tema, ¿por España, por la sardana o por la muñeira? Lo pone por el flamenco. ¿Falla por qué hace el Amor brujo, por el flamenco; ¿Albéniz por qué hace El Albaicín?, por el flamenco; Debussy por lo mismo. C.: Es por esta razón por la que hemos grabado un tema de Chick en cada álbum, por ese vínculo, por una idea de continuida­d de que cada disco no era independie­nte del otro.

¿Qué transmite Spain forever? T.: En mi opinión personal, en primer lugar, amor y luego bienestar. C.: El amor, y todos los matices del amor, como el desgarro, la necesidad de la pasión… Mi intención cuando hacemos un concierto es que no solo Tomatito y yo levitemos sino que el público lo haga con nosotros. T.: Lo que queremos con este disco es ir al Palau de la Música nosotros dos solos y sonar como una sinfónica. Allí está el reto.

“Musicalmen­te, si no haces cosas con riesgo, pues más vale no hacerlas; eso es la vida” “Lo que queremos con este disco es ir al Palau los dos solos y sonar como una sinfónica”

 ?? EMILIA GUTIÉRREZ ?? Tomatito y Michel Camilo, fotografia­dos recienteme­nte en Madrid
EMILIA GUTIÉRREZ Tomatito y Michel Camilo, fotografia­dos recienteme­nte en Madrid

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