Haciendo historia
El Barça visita al Twente, que el año pasado lo recibió con récord de espectadores en un partido femenino
Sabemos que la vuelta será un infierno, porque ya lo fue la ida el año pasado, pero a este equipo le va la marcha”. Xavi Llorens conoce bien lo que es De Grolsch Veste, el estadio del Twente, y lo que significa la visita del Barça el próximo miércoles (19 h) para disputar la vuelta de los octavos de la Champions. Las blaugrana ya tuvieron que vérselas allí con el equipo local hace un año. Como ahora, en octavos. Entonces, se jugaba la ida en Enschede –la capital de la comarca de Twente– y la expectación que provocó el duelo superó las expectativas: 15.637 espectadores asistieron a un encuentro que tuvo color blaugrana gracias a un gol de Olga (0-1) que encarriló el pase barcelonista. Ahora, el Barça también parte con un gol de ventaja, el que marcó Jennifer Hermoso.
La cifra de espectadores supuso un récord de asistencia en un partido de fútbol femenino en los Países Bajos. En uno de los países donde más tradición tiene, ni la propia selección había despertado antes tanto interés. Pese a que la media de espectadores durante la Eredivisie ronda los 2.000 asistentes, el club holandés confía en batir un nuevo récord este miércoles ante la nueva visita del Barça.
Con las entradas a 7,50 euros, el Twente ha lanzado para la ocasión descuentos para grupos con la clara intención de superarse: los de 10 personas tendrán los boletos a 5 euros; los de 20, además, una entrada para un partido de Liga y el acceso a la zona Meet & Greet, donde se mezclan aficionados y jugadoras.
“El resultado es corto, ellas se juegan mucho y esperan que su público las empuje –considera Llorens–. Aunque más allá de eso a veces
“No sé si creen que del autocar va a bajar Messi, pero el recibimiento que tenemos allí es increíble”
no nos damos cuenta de lo que es el Barça y de lo que significa en un país como aquel. No sé si creen que del autocar va a salir Messi, pero el recibimiento que tuvimos el año pasado fue increíble”. El miércoles pasado, en la ida, dos centenares de aficionados holandeses también alentaron a su equipo en el Mini, muchos de ellos con la senyeres que se repartían en los accesos. Salvando las distancias, el millar largo de personas que asistieron a la cita , un partido entre semana y de octavos, también dan fe del interés de la eliminatoria entre el barcelonismo.
“En el fútbol femenino nunca ves un estadio lleno y eso te motiva –explica Jenni Hermoso, la goleadora del Barça–. Creo que si allí se vuelve a llenar aquel campo nos favorecerá”. “Nos sorprendió tanto el recibimiento como la forma en la que allí se vive el fútbol femenino, porque no habíamos visto nada igual. Fue algo increíble”, añade Bárbara.
Como hace un año, el Twente se postula como aspirante al título europeo. A las órdenes del técnico alemán Tommy Stroot, se ha reforzado con dos extremos que fueron titulares en la ida y ya brillaban en la Eredivisie –Bakker, del Ajax, y Beerensteyn, del ADO La Haya–, además de con la portera Lorsheijd y la central Waldus, que ha jugado en Alemania, Suecia y Estados Unidos. Para Llorens, es un equipo más físico. Con garra, como la grada de De Grolsch Veste. Sin embargo, el técnico ya ha dado la clave a sus jugadoras para no dejarse intimidar: “No entenderemos lo que dicen, así que debemos pensar que tenemos todo un estadio de nuestro lado”.