Alemania quiere reducir emisiones y defender empleos
La despectiva postura de Donald Trump sobre el cambio climático irrita en Alemania como otros temas esgrimidos por el futuro presidente de Estados Unidos, pero eso no quiere decir que los planes germanos no contengan sus propias dosis de estrés. La ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, presentó el lunes en la conferencia de Marrakech el plan alemán de protección del clima 2050, trabajosamente hilvanado tras meses de debates. El plan plantea cómo Alemania se propone abandonar paulatinamente los combustibles fósiles, y fija una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 80% y un 95% en el 2050. Para lograrlo, el Ejecutivo indicó una serie de objetivos intermedios por alcanzar hasta 2030. El plan acordado por Gobierno de coalición de democristianos y socialdemócratas que preside Angela Merkel busca concretar los compromisos del tratado climático global firmado en París a finales del 2015. Recordatorio: el tratado persigue limitar las emisiones de CO2 para que el aumento de la temperatura global no supere los dos grados respecto al nivel preindustrial. Para ello, la primera economía europea quiere dejar atrás los combustibles fósiles, pero ese cambio tendría un fuerte impacto sobre aquellos länder donde la minería del carbón es muy relevantes, como por ejemplo en la cuenca del Ruhr. Así se vio en la negociación del plan en el seno de la coalición. El vicecanciller y ministro de Economía, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, bloqueó el martes de la semana pasada el plan inicial, que preveía reducir las emisiones de CO2 en un 55% en el 2030. El inesperado veto se produjo después de que el sindicato IG BCE, con el apoyo del grupo industrial BDI, manifestara su inquietud ante la idea de eliminar el uso del lignito, incluido en el calendario de reducción de la producción de electricidad a partir de carbón. Gabriel dijo que las políticas climáticas y energéticas deben ser ambiciosas, pero que deben tener en cuenta la modernización, el crecimiento económico y la protección del empleo. Tras reajustar el texto, Gabriel alabó la “solución buena y equilibrada”, porque incluye un fondo para financiar “prospectivas realistas” en los länder afectados por el fin de la electricidad generada por carbón. Anton Hofreiter, líder de los Verdes, criticó que los objetivos se han diluido y cuestionan el liderazgo de Alemania en la protección del clima. “El plan de protección del clima sigue siendo un esqueleto; el Gobierno tiene miedo de abordar temas como más coches libres de CO2 en carretera o el cierre de plantas que queman carbón”. /