Assange confía en Trump
Anonymous acusa al activista de “promover a alguien que normalizará el fascismo”
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, pedirá al nuevo presidente de EE.UU. que retire las acusaciones que le tienen encerrado en la embajada ecuatoriana de Londres, una petición que ha disgustado al grupo Anonymous, antiguo colaborador de Assange.
Los abogados de Julian Assange, el fundador de Wikileaks que vive bajo asilo en la embajada ecuatoriana en Londres, apelarán al futuro presidente de EE.UU., Donald Trump, para que dé carpetazo a la investigación criminal a la plataforma de filtraciones que la justicia estadounidense tiene abierta desde el 2010.
“Ya nos dirigimos a la Administración Obama, la última vez hace un par de meses. También nos dirigiremos al futuro gobierno, hasta que se cierren las investigaciones”, declaró Jennifer Robinson, una de las letradas del activista, a la agencia británica Press Association.
El equipo legal de Assange confía en que el nuevo presidente sea más indulgente. La noticia llega cuando está siendo cuestionado el papel que Wikileaks ha desempeñado en la campaña de EE.UU., favoreciendo la candidatura de Trump con filtraciones contra Hillary Clinton.
La plataforma de hackers Anonymous, que hace años trabajó codo con codo con Wikileaks, ha publicado un comunicado en que acusa a Assange de trabajar ahora para Trump y para Rusia. “Ha utilizado el megáfono que todos construimos para promover a un hombre que normalizará el fascismo y el odio en el mundo”, dicen los hackers, que también sostienen que Wikileaks se ha convertido bajo el mando de Assange en “un escaparate para estados corruptos como Rusia o el régimen sirio de El Asad, a los cuales la mayoría de Anonymous siempre nos hemos opuesto”.
Durante la carrera presidencial, Wikileaks filtró miles de e-mails internos del Partido Demócrata y de la campaña de Clinton, de cuyo pirateo Washington ha acusado a Rusia. Irónicamente, Assange, icono del progresismo, es ahora jaleado por los ultraconservadores de EE.UU. El hecho de que muchas filtraciones hayan salido en momentos decisivos de la campaña –por ejemplo, las reuniones de Clinton con banqueros se publicaron después de que The Washington Post sacara el vídeo donde Trump presumía de magrear a mujeres– ha alentado la sospecha de un vínculo entre Assange y Trump. El magnate era también el candidato del presidente ruso, Vladímir Putin.
Assange, de 45 años, vive encerrado desde hace cuatro años en la embajada de Ecuador en Londres. El australiano pidió asilo cuando la justicia de Suecia ordenó su extradición para interrogarle sobre una acusación de violación que pesa en su contra en ese país. Esta semana, ha aceptado ser interrogado en la embajada por un fiscal ecuatoriano ante una fiscal sueca.
Las filtraciones de la organización contra Clinton en la campaña han favorecido al republicano
Assange insiste en que detrás del caso sueco hay una estratagema de EE.UU. para extraditarle y juzgarle en un tribunal militar por la filtración de cientos de miles de cables diplomáticos y de otros documentos clasificados. La soldado Chelsea Manning –antes de cambiar de sexo, Bradley Manning– cumple una pena de 35 años de prisión por las filtraciones. Reporteros sin Fronteras aprovechó ayer la inminente visita de Barack Obama a Berlín para pedirle que no deje la Casa Blanca sin indultar a Manning.