Bulgaria se encamina a un bloqueo institucional tras las presidenciales
Bulgaria se ve abocada a un bloqueo institucional después de la dimisión en bloque del actual Gobierno tras la victoria del candidato de la oposición en las elecciones presidenciales del pasado domingo, el exgeneral Rumen Radev, al que se considera prorruso. El presidente saliente propondrá la formación de Gobierno al partido principal de la coalición que hasta ayer dirigía el Ejecutivo, el GERB, del primer ministro. Fuentes de esta formación han adelantado que rechazarán el ofrecimiento, algo que también hará, según han anunciado, el Partido Socialista Búlgaro, la segunda fuerza del país.
La situación que se avecina podría empujar al país a tener que convocar unas elecciones legislativas anticipadas para encontrar una salida al laberinto institucional en el que el país más pobre de la Unión Europea se adentró ayer cuando su Parlamento admitió la dimisión de su Ejecutivo con los votos favorables de la totalidad de los diputados salvo dos. El dimisionario primer ministro búlgaro, el populista conservador Boiko Borisov, cumplió su palabra de presentar la dimisión si su candidata a la jefatura del Estado, Tzetzka Tsacheva, actual presidenta del Parlamento, no resultaba elegida. “El domingo pasado el pueblo dijo: ‘buscad otra manera u otro modo de gobernar el Estado’. El voto del domingo pasado lo dijo claro: la sociedad quiere cambio, quiere algo nuevo”, declaró ayer Borisov.
Por el momento, el Gobierno dimisionario seguirá funcionando como una especie de Ejecutivo en funciones en tanto no se forme un nuevo gabinete lo que, a tenor de las previsiones, resultará muy complicado. “Seremos responsables, constructivos y estaremos a disposición de la sociedad, y si la sociedad decide algún día que nos necesita, volveremos trabajar para ella”, añadió Borisov.
Se prevé que hoy el presidente saliente, Rosen Plevneliev, en virtud de un mandato constitucional, ofrezca la creación de una nuevo ejecutivo al partido del dimisionario primer ministro, algo que será rechazado. Aunque pueda ofrecerse la formación de gobierno a otros grupos, todo parece indicar que no cuajará propuesta alguna y el gabinete dimisionario tendrá que ser el que dirija el camino hacia unas elecciones parlamentarias.