La purga de los diputados rebeldes reaviva el incendio interno del PSOE
La gestora de Ferraz acomete hoy los relevos en el grupo parlamentario socialista
“Es insólito todo lo que está pasando, y vamos a ver muchas más cosas insólitas”, admite resignada una de las diputadas socialistas que el pasado 29 de octubre rompió la disciplina de voto del grupo socialista y rechazó la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, y que ya sólo espera a que esta tarde la gestora que dirige el PSOE desde la dimisión forzada de Pedro Sánchez le comunique el “castigo” que recibirá en consecuencia.
Las “purgas” y “represalias” desencadenadas contra los quince diputados socialistas que se negaron a facilitar la investidura de Rajoy se empezaron a oficializar ayer, cuando la dirección del grupo socialista comunicó al catalán José Zaragoza y al balear Pere Joan Pons –con muy buenas maneras, eso sí, según los afectados– que no ocuparían los cargos que tenían reservados, como presidente y portavoz, respectivamente, de la comisión mixta para la UE en el Congreso. Soraya Rodríguez y Eduardo Madina, dos dirigentes críticos con Pedro Sánchez que quedaron apartados durante sus dos años de mandato en el PSOE y a los que ahora se quiere dotar de más protagonismo, ocuparon ayer estos puestos.
La gestora que preside Javier Fernández se reúne esta tarde para culminar los relevos y “una reestructuración” de todo el grupo parlamentario. Cambios inevitables, al entender de la gestora, debido a que ha cambiado la dirección del PSOE –aunque sea con carácter transitorio– y también se ha constituido un nuevo Gobierno. Entre los relevos que ya se dan por hecho están las salidas de la dirección del grupo en el Congreso de la catalana Meritxell Batet y la balear Sofía Hernanz. Pero están previstos más cambios, y no sólo en el grupo del Congreso sino también en el del Senado.
El pasado lunes en la reunión que mantuvieron en Ferraz, Javier Fernández no le comunicó al líder del PSC, Miquel Iceta, que se fuera a descabalgar a José Zaragoza de la citada presidencia de comisión, según fuentes socialistas. Pero ya todos asumían que se tomaría esta decisión. José Zaragoza, no obstante, lo aceptó ayer con deportividad: “Si esto soluciona el problema entre el PSOE y el PSC, me doy por satisfecho”. Pere Joan Pons, por su parte, rechazó “batallas estériles en las que son cuestionables las formas y la legitimidad de las decisiones que se toman”.
La situación, en todo caso, reaviva notablemente el incendio interno en un PSOE muy fracturado desde los sucesos del pasado 1 de octubre, cuando el comité federal forzó la dimisión de Pedro Sánchez, y el posterior giro a la abstención que facilitó la investidura de Rajoy. Algunos dirigentes del PSOE, que lamentan estas purgas pese a que ellos sí acataran la disciplina de voto del grupo, apuntan directamente a quien consideran responsable última de los “castigos”. “Susana no hace prisioneros”, aseguran, en referencia a la presidenta de la Junta y líder de los socialistas andaluces, Susana Díaz, a quien ven dispuesta a enterrar todo recuerdo de Pedro Sánchez antes de intentar asumir el liderazgo del PSOE en un próximo congreso federal que se celebrará, previsiblemente, antes del verano del año que viene. “Pero ya no tiene una alfombra roja para lograrlo, ni mucho menos”, advierten, pues dan por hecho que los últimos acontecimientos en la guerra interna del PSOE están lastrando mucho las aspiraciones de Susana Díaz.
“¡Estos cosen a hachazos!”, lamenta otro dirigente, que igualmente considera “un error” la purga que ha emprendido la gestora de Ferraz, y que lo único que conseguirá, a su juicio, es “seguir cavando nuestra propia tumba”.
Los quince diputados que votaron no a Rajoy están en el punto de mira de la gestora
EL CASTIGO
EL PODER ANDALUZ “Susana Díaz no hace prisioneros”, avisa un dirigente del PSOE ante las represalias