Rajoy expresa su “disposición infinita” al diálogo pero sin destruir lo logrado
El presidente cree que crecerá la recaudación sin tener que subir los impuestos
Diálogo sigue siendo la palabra preferida del presidente del Gobierno. Un diálogo que le ha llevado en las últimas horas a hablar con el presidente del PNV, Andoni Ortúzar, coincidiendo con la reunión que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, mantuvo con el portavoz de los nacionalistas vascos en el Congreso, como también ha tenido ya contactos con el PSOE y con el PDECat.
Es una voluntad, pero producto de una necesidad. La de garantizar la estabilidad política “tan importante y que afecta a la economía de un país”, dijo Mariano Rajoy en la inauguración del IV Congreso Nacional de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). “La etapa que viene tiene que ser, necesariamente, y de la necesidad hay que hacer virtud –subrayó el presidente–, una etapa de mucho diálogo, mucho consenso y mucho acuerdo”.
Lo reiteró de nuevo Rajoy en un momento en que parece imposible lograr eso puntos de acuerdo con los demás partidos, en especial el PSOE. Pero Rajoy no cejará en el intento: “Como presidente lo voy a intentar. Mi disposición al diálogo, al acuerdo y al consenso será infinita, y deseo también de manera infinita que todos lo hagan, porque nos vamos a jugar mucho en los próximos años”.
Rajoy quiere ese diálogo y esos acuerdos para “dejar zanjados, durante muchos años, cosas que les importan y mucho a los españoles”, y citó en concreto el pacto de Toledo, el diálogo social, para lo que ha convocado a la Moncloa a los agentes sociales el próximo 24 de noviembre, o el pacto educativo, entre otros asuntos, porque, dijo, “si hay voluntad de construir, las cosas van a ir bien. Yo pondré de mi parte lo mejor que pueda aportar”.
Pero Rajoy sabe que no es fácil, más después de la sesión del Congreso del miércoles, en la que la unión de la toda la oposición supuso el inicio del fin de la Lomce que el PP aprobó en solitario en la anterior legislatura. Sabe que hay una voluntad de echar abajo gran parte de las reformas y leyes que su Gobierno aprobó en la anterior legislatura. Por eso, en su intervención en el congreso de la APD subrayó que “lo más importante es no destruir lo que se hizo en estos cuatro años. No volver a lo que había antes ni dar marcha atrás en las reformas en marcha por simples prejuicios ideológicos”, porque a su juicio “fueron buenas para España, y lo que funciona no se debe cambiar”.
Y para demostrar que esas reformas han sido buenas, el presidente del Gobierno se explayó en datos económicos que a su juicio lo demuestran, con anuncios como que “si las cosas no cambian, y no tienen por qué cambiar”, en el primer trimestre de 2017 España habrá recuperado el PIB que tenía antes de la crisis, cuando España perdió el 10 por ciento de su riqueza y millones de empleos, “algo que jamás se había producido en la historia”. Recuperar la caída que hubo entre 2009 y 2013, porque éste será el tercer año consecutivo de crecimiento económico.
Pero aún queda mucho por hacer, subrayó Rajoy, y por ejemplo se puede ver en lo que a la recaudación se refiere, que todavía no se ha conseguido alcanzar el nivel que había antes del inicio de la crisis. “En 2007 recaudamos más que en 2015” y es que entre 2008 y 2009 bajó la recaudación en 70.000 millones de euros. Ahora se va poco a poco recuperando, pero todavía la recaudación entre 2007 y 2015 bajó en 30.000 millones de euros.
Alcanzar los niveles previos a la crisis es otro de los objetivos que tiene planteados Rajoy, y con un compromiso que asumió ante los representantes de la APD, el de “aumentar la recaudación sin subir los impuestos”, en contra de lo que se le insinua desde Europa apuntando a una subida de al menos el impuesto de sociedades, cuando no del IVA. Por eso él cree que no se puede elegir, hay que hacer “la política económica que nos permita la consolidación de la recuperación económica, y la creación de empleo”.
Rajoy augura que en el primer trimestre del 2017 se recuperará el nivel del PIB que había antes de la crisis