Referente ético y político
FRANCESC CASARES (1927-2016) Abogado laboralista y exdiputado del PSC
Encarcelado por su activismo socialista, defendió a miembros de la oposición democrática y sindical
Francesc Casares i Potau ha muerto cuando estaba a punto de ver publicado su segundo libro memorialístico, Compromís amb la justícia. Memòries d’un advocat laboralista (1958-1978), continuación de un primer volumen publicado ahora hace diez años, que abarcaba desde su nacimiento, el 22 de diciembre de 1927 en la ciudad de Tarragona, hasta su detención y posterior encarcelamiento, en el año 1958, como militante clandestino del Moviment Socialista de Catalunya (MSC), acusado de asociación ilícita y propaganda ilegal.
Hombre de una discreción absoluta, alejado siempre de todo tipo de personalismos y de ambiciones individuales, Francesc Casares habría podido ser el primer alcalde de la ciudad de Barcelona una vez restablecida la democracia en nuestro país. Su gran amigo Joan Reventós, con quien coincidió en la facultad de Derecho y también en la detención antes citada, le ofreció encabezar la candidatura del PSC en las primeras elecciones locales democráticas de 1979. Casares rechazó aquel ofrecimiento, que contaba con muy amplio apoyo de las diversas corrientes del socialismo catalán entonces recientemente unificado, y fue él quien recomendó que fueran militantes más jóvenes los que tomaran el relevo. Narcís Serra y Pasqual Maragall, y más tarde Joan Clos y Jordi Hereu, fueron los encargados de liderar el gran proyecto de transformación de la ciudad de Barcelona llevado a cabo por los sucesivos gobiernos municipales socialistas durante más de treinta años.
Hijo de maestros y hombre de profundas convicciones democráticas, catalanistas y de izquierdas, en el año 1950 Francesc Casares se licenció en Derecho en la Universitat de Barcelona, donde había militado en el Front Universitari de Catalunya, obviamente también clandestino. Fue uno de los primeros y más reconocidos abogados laboralistas que en la década de los años cincuenta del siglo pasado se dedicaron a defender los derechos de los trabajadores, a la vez que participó en numerosas defensas de personas juzgadas por el siniestro Tribunal de Orden Público (TOP) por su oposición a la dictadura franquista.
Presidente de la Asociación de Amigos de las Naciones Unidas en España ya en las postrimerías de la dictadura, hizo de aquella entidad el altavoz de los sectores más diversos de la oposición democrática, y continuó con su tarea de abogado laboralista hasta su jubilación. Dirigente de la corriente Esquerra Socialista del PSC, fueron polémicas, pero siempre muy respetadas, algunas de sus posiciones políticas, sobre todo la de propugnar un Frente de Izquierdas en las primeras elecciones en el Parlament de Catalunya de 1980, y el mantenimiento público de su negativa al ingreso de España en la OTAN.
Francesc Casares fue diputado en el Parlament de Catalunya de 1980 a 1987, el único cargo público que ejerció a lo largo de sus casi 89 años de vida. Fue presidente de la Federació Catalana de ONG pels Drets Humans, presidente de la Associació de Juristes en Defensa de la Llengua Pròpia, vocal del Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya, miembro de la junta directiva del Instituto para la Reinserción Social... Reconocido merecidamente con la Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, la medalla de honor del Col·legi d’Advocats de Barcelona, la Creu de Sant Jordi y la medalla al trabajo President Macià, Francesc Casares ha sido siempre, para muchos, un gran referente ético, cívico y político. Un auténtico hombre bueno, discreto y leal a sus principios insobornables en defensa de la justicia.
Golpeado íntimamente por la muerte de su esposa, la eminente filóloga Carme Roca Junyent, Francesc Casares ha vivido los últimos cuatro años de una manera aún mucho más discreta, pero nos lega toda una vida de lucha recordada en sus libros memorialísticos, que algún día se tendrían que completar para ofrecernos la biografía que se merece con creces.