Entre Richter y De Kooning, Eric Clapton hace caja
La subasta de Christie’s deja dudas pese al récord por la venta de una abstracción
Allá donde estuviera, Eric Clapton tuvo motivos más que sobrados para dar saltos de alegría y tararear su “yes, I feel wonderful tonight”.
Cómo no se iba a sentir maravilloso la noche del martes después de haber hecho el agosto en un noviembre oscuro –por incierto– de la nueva era trumpista.
Además de ser “la mano lenta” de Dios a la guitarra, Clapton ha demostrado buen ojo en los negocios del arte. En el 2001, en Sotheby’s, pagó 3,1 millones de euros por un cuadro de Gerhard Richter.
En la misma sala neoyorquina de subastas, su Abstraktes Bild (809-2), que el pintor alemán realizó en 1994, se vendió por un total de 20,6 millones. Había salido con una estimación mínima de 16,8 millones.
Esta venta –el comprador fue la galería Richard Gray, con sedes en Manhattan y Chicago– permitió que algunos expertos la calificaran de “respetable” en un momento en que se ciernen dudas sobre este mercado, hasta hace poco tan opulento y desbordante de fortunas.
El hito de esta puja de otoño dedicada a la pintura de posguerra lo consiguió William de Kooning. Un coleccionista sin identificar de Las Vegas pagó 61,9 millones por el Untitled XXV, lo que significar un récord para un cuadro abstracto. Cuando el lienzo se subastó en el 2006, entonces se abonaron 25,3 millones. Esta cantidad supuso el precio más alto por una pieza posterior a la Segunda Guerra Mundial y en el arte contemporáneo.
Untitled XXV lo pintó De Kooning a mediados de los setenta, tras una temporada de sequía creativa. Creó una serie de pinturas inspiradas en el paisaje de Louse Point, en Springs, un bucólico paraje de East Hampton (Nueva York).
Según Brett Gorvy, responsable de la puja, De Kooning “encontró un nuevo amor y recuperó su voz”.
Hay analistas que no se dejaron llevar por las apariencias y subrayaron que el mercado se halla “deslucido y errático”. Diversos lotes no consiguieron este martes ni una oferta superior al precio garantizado por Christie’s a los propietarios de las obras. “Se percibe cansancio”, señaló a los periodistas el coleccionista Eli Broad, con base en Los Ángeles y habitual de las subastas.
La puja recaudó 258,8 millones de euros, por encima de los 202,4 previstos a la baja. Se colocaron 54 de los 61 lotes. Hace un año, la cifra ascendió a 310 millones. Otra comparación odiosa. En aquella fecha se pagaron 159,2 millones por un Modigliani. Ahora, 61,9 por De Kooning.
Dicen que el clima político y económico resulta menos predecible. Pero Clapton ya ha hecho caja.