Andorra cuenta con una máquina quitanieves por cada 13,5 km de vía
DIFÍCILMENTE SE CIERRA UNA CARRETERA ANDORRANA POR PRECIPITACIÓN DE NIEVE, UN EQUIPO ENTERO DE PERSONAS, FRESADORAS Y PALAS GARANTIZAN LA VIABILIDAD INVERNAL. EN UN MÁXIMO DE 6 HORAS, LA VÍA ESTARÁ LIMPIA
La viabilidad invernal es responsabilidad del Área de Conservación y Explotación de Carreteras (COEX), que depende del Ministerio de Ordenamiento Territorial. La lucha contra la nieve en las carreteras se realiza desde dos vertientes: la retirada de nieve, propiamente, y la prevención de aludes que puedan afectar a la red vial.
Para quitar la nieve, los equipos y los recursos se reparten en tres sectores: el sur, que con seis conductores y cinco vehículos vela por 75 kilómetros de carreteras, desde el Km0 (en la unión entre Andorra la Vella y Escaldes-Engordany) hasta la frontera hispano-andorrana; el norte, que cuenta con 11 chóferes y 11 vehículos y se encarga de la limpieza de los 125 km que hay entre el centro y la estación de Vallnord Ordino-Arcalís; y oriente, donde están destacadas 13 personas y 15 quitanieves que trabajan en los 70 km entre el Km0 y El Pas de la Casa.
Si sumamos a estos recursos la maquinaria de los comunes (ayuntamientos), obtenemos el dato: "una quitanieves por cada 13,5 km de carretera", expone el jefe del Área de Conservación y Explotación de Carreteras, Jordi Garcia.
Aparte de distribuir las máquinas y el personal estratégicamente en seis bases por el territorio –en función de la cota y los kilómetros que hay que cubrir–, el COEX tiene también puntos de carga de sal repartidos: 400 toneladas de sal y una central de salmuera (una disolución acuosa de sal en agua) de 10.000 litros en Encamp; 25 toneladas más en El Port d'Envalira; 100 toneladas de sal y 5.000 litros de salmura en La Massana; y 100 toneladas de sal en Aixovall (Sant Julià de Lòria), que, evidentemente, se van rellenando a medida que se gastan. Otro dato: cada invierno se gastan unas 4.500 toneladas de sal de media, según los cálculos de Garcia, y con la utilización de la salmuera en los últimos años se han conseguido ahorros en torno al 25%, además de un menor impacto en el medio ambiente.
Todo ello ayuda a mantener limpias de nieve las carreteras del país, que "no se cierran nunca por precipitación de nieve", asegura el jefe del COEX. Lo que obliga a cerrarlas es o bien el peligro de aludes –que se minimiza haciéndolas bajar controladamente– o bien la escasa visibilidad, que no permite a los maquinistas del COEX limpiarlas.
EN DOS HORAS, LIMPIA
Los objetivos del COEX se dividen en cinco niveles. En carreteras de "máxima prioridad", lo que son las carreteras generales, se trabaja las 24 horas del día y, una vez para de nevar, en un máximo de dos horas la carretera estará completamente limpia. En un segundo nivel, pero con las mismas exigencias, está El Port d'Envalira, del que se evitará el cierre siempre que sea posible. En carreteras secundarias con núcleos urbanos o de acceso a pistas de esquí, las quitanieves también pasarán durante las 24 horas del día y, una vez terminada la nevada, el plazo para dejarlas libres de nieve es de cuatro horas. Cuando no hay núcleos urbanos, las máquinas dejarán de pasar entre las 20 y las 6 h, y cuando pase el temporal serán las últimas carreteras para limpiar. Aquí, el plazo para dejarlas limpias es de seis horas.
El trabajo del COEX, coordinado con el de las brigadas y los servicios de circulación de los comunes, la Policía, el Centro Nacional del Tráfico (Cenatra), Protección Civil y otros permite informar a la población en todo momento del estado de las carreteras y de las medidas que hay que adoptar a la hora de circular.