"Los esquiadores buscan en el alojamiento un valor añadido"
EL PRESIDENTE DEL GRUP CALBÓ REPASA LAS CLAVES DEL ÉXITO DE LOS 10 AÑOS DEL SPORT HOTEL HERMITAGE Y DEL RESTO DE SUS HOTELES
El viaje de la familia Calbó, desde la posada que, a principios del siglo xx, alojaba a los viajeros camino de Francia, hasta el décimo aniversario del Sport Hotel Hermitage, es la historia de la voluntad de la gente emprendedora de Andorra de ofrecer un buen servicio a los visitantes, la apuesta inquebrantable por la calidad y el trato familiar. Josep Calbó no es muy amante de las entrevistas y prefiere que sus proyectos hablen por él, pero ha querido explicarnos qué significa para él este aniversario. ¿Cuándo y cómo empezó la historia del Sport Hotel Hermitage? Soldeu, antes del esquí, era un pueblo de alta montaña donde las diez familias que vivíamos allí era por la agricultura y la ganadería. En el año 1964 nació nuestra estación de esquí: las familias del pueblo se convirtieron ese día, con mucha ilusión, en impulsoras de los deportes de invierno y del dominio esquiable. Poco a poco, nos fuimos adaptando, con los años, a las mejoras del dominio esquiable. La historia convirtió al pueblo de alta montaña que vivía de la ganadería y de la agricultura en un pueblo con pequeños empresarios dedicados al turismo de la nieve.
Mi familia, Casa Calbó, era, desde hacía varias generaciones, un hostal donde hospedábamos a todos los visitantes que venían de Francia y se iban a España.
El hostal se transformó, poco a poco, en un pequeño hotel de 18 habitaciones. El esquí y los deportes de invierno fueron cada vez más importantes y, en 1989, construimos el Sport Hotel, seguido, en 1996, por el Sport Hotel Village, ambos de 4 estrellas. El dominio esquiable fue consolidándose y fue en 2003 cuando Grandvalira –fusión de las estaciones Pas de la Casa-Grau Roig y Soldeu el Tarter– vio el día. Fue entonces cuando vimos que había que dar un paso más y pensamos en construir un hotel de 5 estrellas a pie de pistas, en el pueblo de Soldeu. Os dirigís a unos clientes de nivel. ¿Era un segmento de mercado con poca demanda, hace diez años? Decidimos abrir este hotel hace diez años porque creíamos en este segmento de mercado y estábamos convencidos de que en Andorra había la demanda y los clientes potenciales. Y ahora nos damos cuenta de que el tiempo nos ha dado la razón. ¿Cómo ha evolucionado la oferta hotelera a lo largo de estos diez años? En los últimos años, los hábitos de los esquiadores han cambiado mucho. Hoy en día, el esquí se entiende dentro de un marco de servicios global. Las pistas deben tener buenas instalaciones y buenos servicios, pero también es verdad que los hoteles deben proponer no solo el producto, sino también un valor añadido importante de servicios.
La familia Calbó, en este sentido, y con la creación del producto Sport Hotel Hermitage, ha querido darle este valor añadido del servicio, no solo a quien quiere venir a esquiar, sino a todos aquellos clientes que quieren disfrutar de la montaña y de la nieve, pero que no son esquiadores. Estos últimos representan, hoy, un 30% de nuestra clientela. Por lo tanto, con esto hemos buscado idear un producto que es creador de experiencias. Así, hemos construido un spa para poder no solo relajar a los esquiadores, sino también ocupar a los que no lo son. También ofrecemos una gastronomía de alto nivel, y por eso los fogones del Hotel Hermitage están liderados por Nandu Jubany y Hideki Matsuhisa, dos cocineros muy reconocidos y galardonados, cada uno, con un estrella Michelin.
Los servicios del Sport Hotel Hermitage están pensados para hacer las vacaciones a medida de nuestra clientela. Nosotros queremos hacer que la estancia de nuestros clientes sea como si estuvieran en su casa. El otro punto importante de nuestra evolución, durante estos diez años, ha sido nuestra adhesión a The Leading Hotels of the World, que nos sitúa dentro de una de las mejores cadenas hoteleras del mundo. ¿Estar a pie de pistas os beneficia? Es un punto distintivo muy importante, el invierno y el esquí han sido, como todos sabemos, uno de los motores económicos de nuestro país, durante los últimos setenta años. Una estación de esquí es reconocida por sus pistas y sus instalaciones, pero también por su capacidad de alojamiento y sus servicios complementarios. En este sentido, el Hotel Hermitage procura aportar a nuestra clientela todos los servicios complementarios al esquí, como puede ser alquiler de material, guardaesquís, actividades variadas, como motos de nieve, excursiones con raquetas, trineo con perros, una escuela de esquí... Sin embargo, cada día hacemos que el nuestro sea un destino global a lo largo del año, organizando para nuestros clientes todo tipo de actividades relacionadas con la montaña y el bienestar. ¿Qué es lo que os piden más vuestros clientes? ¿Y lo que más valoran de vuestras instalaciones? Suelen pedirnos mucho el perfume que utilizamos, es verdad que utilizamos un olor especial a frutos rojos en todos nuestros espacios que suele gustar mucho, y que a los clientes les gusta llevarse a su casa. Lo que más valoran, más allá de la propuesta de servicios y de la gastronomía, es el trato de nuestro personal, su amabilidad, su disponibilidad y su predisposición a hacer siempre que su estancia sea inolvidable. Suele pasar que nos pregunten dónde compramos los elementos decorativos que se adaptan a las ocasiones del año: Navidad, Reyes, Carnaval, San Valentín..., de los que se ocupa
personalmente mi esposa. ¿Por qué es importante la gastronomía, en el Hermitage? Porque los clientes ya no buscan solamente esquiar y dormir, sino que buscan vivir experiencias en todos los sentidos. La gastronomía por sí sola involucra el gusto, el olfato y la vista. Una buena comida por sí sola puede convertirse en toda una experiencia, y para muchas familias es la ocasión de venir a celebrar fiestas familiares, aniversarios, reuniones de amigos... ¿Cómo encaráis el futuro? ¿Cuáles son vuestros proyectos a corto y medio plazo? Tenemos muchos proyectos de futuro que influyen a nuestro grupo en general, que no solo van ligados al Sport Hotel Hermitage & Spa, sino a todo el grupo y al pueblo de Soldeu. Queremos seguir brindando experiencias y calidad a nuestros clientes, queremos seguir siendo un referente de la hotelería del país y de los Pirineos en general y, sobre todo, queremos dar a conocer nuestro producto y nuestro país más allá de los países vecinos. ¿Está previsto que crezca la familia de hoteles? En breve, en los meses que siguen, inauguraremos un nuevo producto: Hermitage Residence, que son diez apartamentos de alto standing que disfrutarán de la tranquilidad de un apartamento pero, sobre todo, también de los servicios de un hotel de 5 estrellas como el Sport Hotel Hermitage & Spa. También, inauguraremos una borda a pie de pistas, donde queremos vender y generar nuevas experiencias y sensaciones para nuestra clientela.
"Queremos seguir siendo el referente de la hostelería del país y de todos los Pirineos, y darnos a conocer más allá de Francia y España"