Messi, capitán orquesta
“Gracias D10S”, titulaban las páginas de ‘Olé’, celebrando la actuación del astro
Messi se desmintió a sí mismo. “Nunca alcanza con un jugador solo”, había dicho el jueves tras la derrota ante Brasil. Pero el martes Leo lo hizo todo frente a Colombia, liderando al equipo dentro y fuera de la cancha: fue autor directo o indirecto de los tres goles y luego dio la cara al encabezar una protesta contra los periodistas deportivos argentinos, cuyas críticas se pasan de la raya con frecuencia.
La Pulga fue el jugador orquesta de la albiceleste y cerró la boca a los maradonianos que cuestionan su capitanía. En menos de cinco meses, el crack blaugrana ha pasado de anunciar su retiro de la selección, harto de las constantes críticas en su país, a ser incuestionable e imprescindible. “Leo y diez más”, repiten los comentaristas como un latiguillo.
“Argentina es Messi”, se leía ayer en Clarín, que en portada ponía: “Con un Messi brillante Argentina ganó y alejó fantasmas”. En La Nación: “Alivio. Un Messi brillante tranquiliza a la selección”. Brillo para Leo y respiro para un combinado y su técnico, Bauza, a quien el Diez salvó de salir en globo ante el riesgo –aún latente– de quedar fuera del Mundial de Rusia.
“Pegó tres gritos”, “Gracias D10S” o “Messi al rescate”, eran títulos de las páginas de Olé, rindiéndose a los tres goles de autoría intelectual del crack. El que abrió la cuenta, sin intermediarios, de libre indirecto impecable; el segundo, obra de Pratto de cabeza, tras una increíble asistencia de Leo y el tercero, de Di María, uno de los jugadores más cuestionado, a quien la Pulga regaló en el área pequeña un balón que el hombre orquesta había llevado hasta allí en una carrera después de recuperar él mismo la pelota de un defensa colombiano.
Todas las portadas de la prensa local se rendían ayer a Messi con fotos del crack exultante, similares a la que acompaña esta crónica. Además, la presencia de Leo como portavoz de sus compañeros, que con caras muy serias le rodearon en la sala de prensa, ha provocado que los medios minimicen el misil que los jugadores lanzaron contra los periodistas deportivos: no hablarán más con la prensa, en protesta porque un polémico comentarista de Radio Mitre indicó antes del partido que Lavezzi había quedado fuera de la convocatoria contra Colombia, castigado por fumarse un porro en la concentración.
“Hemos tomado la decisión de no hablar más con la prensa”, dijo Messi. “Recibimos muchas acusaciones, mucha falta de respeto y nunca dijimos nada, pero creo que esto sobrepasa todo, la acusación que le hicieron al Pocho es muy grave”, añadió. “Si no salimos a decir nada, se cree que es así, mucha de la gente compra todo lo que se dice y preferimos cortar esto de una vez”,
PORTAVOZ DEL SILENCIO Leo comunicó la decisión de todo el equipo de “no hablar más con la prensa” por su “falta de respeto”
continuó, alegando que se trataba de una intromisión en la “vida personal” y que no era “la primera vez”.
Ayer Lavezzi anunció acciones legales contra el periodista, que, sin embargo, reafirmó su acusación, mientras muchos de sus colegas le criticaban, al igual que un sinfín de aficionados que le acosaron en las redes sociales.
Leo, solo, salvó a Bauza y a sus compañeros, y logró desviar las críticas por lo menos hasta la próxima jornada de eliminatorias, en marzo. Quedan seis partidos y Argentina no lo tendrá fácil. Depende, como siempre, del messías.