Y el Barça se asustó
La defensa griega acaba con la buena racha de los blaugrana
Defensa de principio a fin. La intensidad griega no tuvo respuesta de un Barça Lassa que bajó muy pronto los brazos y no encontró nunca el sistema para superar la agresividad de un rival que utilizó sus armas para descentrarle, con contactos constantes que a menudo no eran penalizados por el trío arbitral y muchas manos, que provocaron hasta 16 pérdidas de balón. El problema fue colectivo, de mentalidad, pero también individual porque demasiadas piezas no estuvieron al nivel de compromisos recientes, empezando por Rice, superado por Spanoulis en la primera parte (el griego se fue al descanso con 11 puntos y 4 asistencias y el estadounidense aún no se había estrenado), y siguiendo por Koponen, Oleson y Vezenkov. El Barça vio un muro insuperable bajo el aro del Olympiacos y se asustó. Así de sencillo, y fue una lástima porque los locales también jugaron un mal partido, que solucionaron en buena medida por los errores del conjunto de Bartzokas, que tuvo un regreso triste a la pista donde triunfó.
Tomic fue un ejemplo perfecto de lo que le pasó ayer al equipo azulgrana. Un movimiento preciso ante Milutinov, que sólo jugó cuando el croata también lo hacía, le dio al Barça su máxima ventaja (2-5) y hasta se permitió el lujo de taponar una acción de Printezis poco después antes de que la segunda falta le llevara al banquillo de un partido al que ya no volvió, no en sentido físico, claro, sino psicológico. Una lástima porque el pívot había sido un puntal formidable en estas últimas semanas.
En una Euroliga tan competitiva como esta llegarán más derrotas, pero el conjunto catalán hará bien si no se producen en escenarios como el de ayer, cuando fue la propia debilidad la que facilitó la victoria del adversario. Cuando Spanoulis colocó el 8-7 el Barça no sabía que ya no volvería a estar por delante, aunque resistió como pudo en el primer cuarto (2116) en buena medida por la excelente actuación de Holmes (10 puntos entonces y 13 al final, más 9 rebotes), que fue de lo mejor ayer en El Pireo a la espera de que su integración en el equipo vaya mejorando con el paso de las semanas. También Dorsey suplió bien a Tomic con 9 puntos y 7 rebotes, pero las opciones de ganar un partido cuando se anotan sólo 52 puntos son nulas. Nueve de ellos llegaron en un segundo parcial muy desafortunado que condujo al 32-25 del descanso.
Lógicamente Rice –estuvo en la pista 35m47s y acumula demasiados minutos en este momento de la temporada, lo que puede suponer un problema a la larga– se entonó un poco en la reanudación, pero eso no fue suficiente porque la dinámica del encuentro no era la apropiada para remontar. Cada vez que el Barça se acercaba (39-34, 44-38 o 56-51, este último a falta de 1m30s) se producía una acción negativa, con pérdida de balón o error en un tiro sencillo. No había nada que hacer y bien harán Bartzokas y sus jugadores en olvidar lo que sucedió ayer y centrarse en la visita, mañana, del Real Madrid al Palau.
POCOS PUNTOS Intimidado por el rival, el Barça sólo llegó a 52, una cifra que hipoteca cualquier opción al triunfo JONATHAN HOLMES El estadounidense fue de lo mejor con 13 puntos y 9 rebotes cuando apenas se ha integrado en el equipo