Barça-Rakuten, un buen acuerdo
EL FC Barçelona ha llegado a un acuerdo con la empresa japonesa del sector del comercio electrónico Rakuten para el patrocinio de la camiseta durante cuatro años, a partir de julio del 2017, cuando vence el contrato de Qatar Airways. Un excelente pacto que, negociado con extremo sigilo, se sostiene en tres columnas básicas: la económica, la política y la de la mercadotecnia de futuro.
El pacto económico –55 millones de euros anuales, más sendos bonos por triunfos en Liga y Champions, que de materializarse casi duplican el anterior acuerdo– consolida al club catalán en la élite mundial en lo que se refiere a su capacidad financiera, sin menoscabar la especial estructura patrimonial del club, que como es bien sabido pertenece a sus socios. A esta buena noticia se suma el hecho de que el acuerdo no recoge la camiseta de entrenamiento, con lo que se abre la posibilidad de mejorar los ingresos por ese concepto con contratos con otras empresas.
Otra vertiente del acuerdo es que el Barça se desprende de un patrocinador que provocaba no pocos recelos, por tratarse de un país, el qatarí, con una estructura política con déficits democráticos y que poco tenían que ver con los valores que caracterizan al club. Rakuten es una joven empresa globalizada de un Estado, el japonés, que en este sentido ofrece pocas dudas.
Finalmente, el acuerdo con Rakuten, por su especialización en el comercio on line –con cerca de mil millones de usuarios–, abre una autopista a las ventas de productos relacionados con la mercadotecnia del club, que es un aspecto básico en la financiación del fútbol. Una virtud a la que se refirió el presidente de la empresa japonesa, Hiroshi Mikitani, en la presentación del acuerdo, y que puede constituir, desde el punto de vista económico y financiero, una gran apuesta de futuro del que se benefician ambas partes.
Sin duda, el pacto entre el Barça y Rakuten contiene elementos que invitan al optimismo. El globalizado mundo del fútbol, en el que tienen la vista puesta grandes inversores de todo tipo y condición para hacer legítimamente negocio, precisa de este tipo de acuerdos si quiere permanecer en la élite mundial. La principal virtud del firmado con Rakuten es que respeta la especial idiosincrasia del “Més que un club”, lo que es de remarcar en estos tiempos tan convulsos. Si, además, se tiene en cuenta que Japón es una puerta de entrada a Asia, un continente al alza desde todos los puntos de vista, y que el club catalán es una institución señera en el mundo occidental, la joint venture Barça-Rakuten es un acierto en el que ganan todos.