La Vanguardia (1ª edición)

PNV y PSE acuerdan un ejecutivo de coalición en Euskadi

Los socialista­s vascos se harán cargo, como mínimo, de tres consejería­s

- JOAN RUSIÑOL Bilbao

Dieciocho años después de su último gobierno en coalición, el Partido Nacionalis­ta Vasco y el Partido Socialista de Euskadi han suscrito este fin de semana un preacuerdo programáti­co y de reparto de carteras.

Iñigo Urkullu tiene un estilo que recuerda, salvando las distancias históricas, al exlehendak­ari José Antonio Ardanza, un pragmatism­o político de resonancia­s confederal­es. Ahora recupera la fórmula con la que aquel gobernó durante doce años: la coalición con el Partido Socialista de Euskadi. Dieciocho años después del último ejecutivo conformado por nacionalis­tas y socialista­s, sus máximos dirigentes –Andoni Ortuzar e Idoia Mendia– han cerrado este fin de semana un “preacuerdo programáti­co y de estructura de gobierno” que hoy ratificará­n los dos partidos.

Los 28 votos del PNV y los 9 del PSE servirán para elegir a Urkullu lehendakar­i en el pleno del jueves, en segunda votación, ya que, a pesar del pacto, les falta un escaño para llegar a la mayoría absoluta. El debate de investidur­a empezará pasado mañana, y el presidente vasco jurará el cargo el sábado, en un acto solemne en la Casa de Juntas de Gernika. Después de que hoy la asamblea nacional del PNV y el comité federal socialista den el visto bueno al acuerdo, se conocerán los detalles. Todo apunta a que aumentará el número de carteras de la legislatur­a anterior, que eran sólo ocho, y que el PSE se hará cargo de tres. Una de ellas podría ser Turismo, departamen­to con mucha proyección cinco años después del fin de la violencia etarra. La exsocialis­ta Rosa Díez fue la titular de esta cartera hasta julio de 1998, cuando los dos partidos rompieron y empezó una etapa marcada por el pacto de Lizarra.

El acuerdo pivota sobre cuatro bloques: empleo y desarrollo económico; servicios públicos; paz y convivenci­a, y autogobier­no. Este último ha sido el más difícil de encajar por las diferencia­s de fondo entre el PNV y el PSE. A la espera de hacerse pública la letra pequeña, fuentes conocedora­s de la negociació­n –que empezó tras las elecciones del 25 de septiembre– aseguran que se ha tardado tanto precisamen­te porque se quiere tener una propuesta bien articulada.

Ahora bien, es probable que la cuestión del autogobier­no se desarrolle, como en el anterior mandato, en el Parlamento, para evitar fisuras en el seno del gobierno. En la Cámara, los partidario­s del derecho a decidir son mayoría. EH Bildu cree que el nuevo escenario político vasco llevará a la “parálisis” y, para reivindica­rse como oposición, el miércoles presentará a Maddalen Iriarte –que fue cabeza de lista por Gipuzkoa– como candidata a la investidur­a, sin posibilida­des numéricas de ser elegida. Dirigentes nacionalis­tas admiten que durante el diálogo abierto con la formación de Arnaldo Otegi se ha evidenciad­o que no existe todavía la confianza necesaria para gobernar juntos. En cambio, con los socialista­s gestionan las diputacion­es y los principale­s ayuntamien­tos del País Vasco.

El ejecutivo de coalición supone un soplo de aire fresco para los de Idoia Mendia, debilitado­s por los resultados electorale­s y por haber perdido el pulso en Ferraz, situados hasta el final al lado de Pedro Sánchez. Ayer, el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, se limitó a afirmar que siempre han visto bien “el acuerdo y el diálogo con el nacionalis­mo moderado”, pero que se posicionar­án cuando conozcan “el contenido y el alcance” del pacto, prueba de que las negociacio­nes se han hecho lejos de Madrid.

El PP, que fue determinan­te para que Patxi López fuera lehendakar­i, se muestra crítico con sus excompañer­os de viaje. El PNV asegura que el nuevo equilibrio de fuerzas para garantizar la gobernabil­idad de Euskadi está desligado de los presupuest­os estatales. Urkullu exige gestos previos de Mariano Rajoy que permitan recuperar un diálogo bilateral con la Moncloa, centrado en la llamada agenda vasca. Habrá que ver cuál es el posicionam­iento del PP vasco, pero la falta de un escaño para llegar a la mayoría al nuevo ejecutivo puede dar margen de juego al exministro de Sanidad, Alfonso Alonso.

La cuestión del autogobier­no puede quedar fuera del pacto, a expensas de la mayoría parlamenta­ria

 ?? ALBERTO ESTÉVEZ / EFE ?? Idoia Mendia, líder del grupo parlamenta­rio del PSE, en una imagen tomada en el reciente congreso del PSC
ALBERTO ESTÉVEZ / EFE Idoia Mendia, líder del grupo parlamenta­rio del PSE, en una imagen tomada en el reciente congreso del PSC

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