Touré pide perdón
“Sabía que algún día Guardiola me necesitaría”, sentencia Yaya Touré
Marginado en el City por el enfrentamiento entre su representante y Josep Guardiola, Yaya Touré reapareció el sábado con dos goles vitales para la victoria de su equipo, unos tantos que debe a la recuperación de su estado de forma y a la disculpa pública por los desplantes de su representante al de Santpedor.
Entró el pasado sábado en el vestuario de Selhurst Park, el estadio del Crystal Palace, y recibió una cerrada ovación por parte de sus compañeros. Acababa de jugar su primer partido en esta Premier y lo había hecho a lo grande, marcando los dos goles que le dieron la victoria a su equipo, el Manchester City. Yaya Touré regresó cuando todo el mundo había dado su etapa en el club citizen por acabada, en especial por los duros enfrentamientos verbales entre el representante y tutor de su carrera, Dimitri Seluk, y su entrenador, Josep Guardiola. “Siempre creí en mí, doy las gracias al entrenador, sabía que un día me necesitaría y yo estaba preparado mentalmente. Estoy muy contento de volver a jugar”, asegura el futbolista.
Desde antes incluso del verano Seluk disparó múltiples dardos dialécticos sobre el técnico de Santpedor, al que nunca tuvo ningún aprecio porque le culpa de haber provocado la salida de Touré del Camp Nou al apostar más por Sergio Busquets. Esos ataques se multiplicaron cuando Guardiola desembarcó ya de manera operativa en el City y se encontró con un Touré absolutamente fuera de forma. A sus 33 años el marfileño parecía un jugador sin ningún recorrido. Sus prestaciones en las semifinales de la Champions ante el Madrid habían resultado penosas. Se le veía lento y pasado de kilos, aspectos imperdonables para Pep. El catalán quería hacer borrón y cuenta nueva en el Etihad y se quitó de encima al portero Hart, el único canterano titular. Habría deseado hacer lo mismo con el centrocampista, aunque se trata de un jugador muy querido por la afición y por los futbolistas por su papel clave en los mayores éxitos de la entidad. De hecho el técnico no le inscribió en la relación de jugadores para la fase de grupos de la Champions, decisión que desató del todo las hostilidades entre Seluk y el entrenador.
Guardiola advirtió que Touré no jugaría hasta que recibiese una disculpa por todos estos mensajes del representante. Pasaban las semanas y Guardiola iba recibiendo preguntas sobre el asunto ante cada partido, cuestiones embarazosas que en algunos casos provocaban que torciera el morro y prefiriera no contestar. Mientras, el futbolista se esforzaba en los entrenamientos. El 31 de octubre, cuando el Barça viajó a Manchester, ya se comentaba en la ciudad deportiva del equipo inglés que el centrocampista era otro, que estaba mucho más delgado y que había recuperado el tono. El 4 de noviembre Touré escribió un mensaje pidiendo perdón a Guardiola en su nombre y en el de sus allegados.
Se abría así la puerta del regreso del jugador, una vuelta a los campos que se produjo el sábado. Su partido no pudo ser mejor ni más decisivo. La comparación que corría ayer por Inglaterra indicaba que Touré ha metido dos goles en 80 minutos y el fichaje más caro de la historia, Paul Pogba, ha marcado los mismos tantos pero en once partidos. Claro que el marfileño tampoco es barato para el City. Se encuentra en la última temporada de un contrato por el que percibe 14 millones de euros por campaña.
Es difícil que vuelva a ser el jugador que fue pero al menos el City ha recuperado a un efectivo para añadirlo a su plantilla. “En el último mes y medio se ha entrenado de manera impresionante. Estoy feliz por Yaya, es un chico fantástico. Su peso ahora es perfecto y no hay dudas de su calidad. Nos va a ayudar en la rotación del equipo. Al principio no contábamos con él y es verdad que podría no estar ya en este club pero puede jugar en varias posiciones y es un hombre más con el que contamos para conseguir nuestros objetivos”, analiza Guardiola.
Problema resuelto en el vestuario del City y en el estadio, aunque el público del equipo no sea muy expresivo. “La afición siempre se ha portado genial conmigo, siempre he sentido su apoyo. Yo quiero estar aquí para ayudar al equipo, soy profesional y quiero jugar”, explica el futbolista. Ahora ya puede hacerlo.