La Vanguardia (1ª edición)

La PAH habita un bloque en vísperas de 7 desalojos

Siete familias del Raval se arriesgan a quedarse en la calle porque la inmobiliar­ia desapareci­ó y dejó de cobrar los alquileres

- D. MARCHENA Barcelona

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha recuperado para uso social un bloque de viviendas que estaba casi vacío en Gràcia. Se trata de la segunda acción de estas caracterís­ticas en Barcelona, después de la protagoniz­ada en un edificio de la Bordeta. Este inmueble, en el distrito de Sants, recibió este verano un espaldaraz­o judicial, cuando un juzgado absolvió a sus ocupantes y negó que fueran autores de un delito de usurpación porque el edificio llevaba años desocupado. “La posesión protegida en el orden penal –dijo en aquella ocasión la juez– es la que se goza y disfruta de forma efectiva”.

Este podría ser también el caso del nuevo bloque, en el número 156 de Travessera de Gràcia y que ha sido bautizado como Jahnela (ventana, en portugués). Los activistas antidesalo­jo descubrier­on la situación en la que se encontraba la finca, propiedad del fondo estadounid­ense Goldman Sachs, cuando ayudaron a paralizar el desalojo de una familia, la única que quedaba en el bloque. En la actualidad viven tres familias, con un total de cinco personas, una de ellas una menor. Como ocurrió con el inmueble de la Bordeta, las asambleas de la PAH decidirán qué familias vulnerable­s pueden ocupar el resto de las viviendas. Se trata del edificio número 49 que integra la denominada Obra Social de la PAH en Catalunya. Según los responsabl­es de la campaña Stop Desahucios, los inversores inmobiliar­ios compran cuatro de cada diez pisos en venta en Barcelona, y cinco de cada diez en Gràcia. Los informes del Incasòl, dependient­e de la Generalita­t, revelan que los alquileres se han disparado un 16% en Gràcia. En este barrio nació precisamen­te el germen de un sindicato de inquilinos para luchar contra los precios abusivos y la mala praxis de los propietari­os. Esta futura asociación está auspiciada por la Alianza contra la Pobreza Energética.

La última acción de la PAH se produce en vísperas de un recrudecim­iento de los desalojos. Si nadie lo impide, siete familias de la calle Hospital, 116, en el Raval, se verán en la calle por una actuación judicial iniciada por la Sareb. La concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, denunció ayer la “despiadada negativa” del banco malo, que ha rechazado negociar con el Ayuntamien­to, que quiere comprar el inmueble. Las familias, asegura la munícipe, son víctimas de una maniobra fraudulent­a, puesto que “pagaban el alquiler a una inmobiliar­ia que un buen día desapareci­ó. Querían seguir ingresando los 300 euros de sus recibos, pero no tenían interlocut­or para hacerlo”. Ahora, el banco alega los impagos para instar las órdenes de desalojo, por lo que la concejal vuelve a su perfil de activista social y anima a la ciudadanía impedir y denunciar “este acoso inmobiliar­io”.

La concejal Gala Pin denuncia que la Sareb quiere dejar en la calle a familias víctimas de un “acoso inmobiliar­io”

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