El Reus gana un derbi histórico por méritos propios y hunde al Nàstic
Había ganas locas en Reus y Tarragona de derbi, el primero de la historia en Segunda A, y el partido no defraudó. Intensidad de principio a fin, más garra y batalla que buen fútbol, pero globalmente un duelo interesante por muchas razones. Demostró el Reus que lo suyo no es ninguna casualidad y se impuso en casi todo al Nàstic, que seguirá colista. Lástima de la expulsión del capitán grana, Xavi Molina, aún con el 0-0, que condicionó el desenlace.
Salieron más enchufados los roig-i-negres, dispuestos a ahogar el centro del campo del Nàstic para adueñarse de la pelota. Reconoció Natxo González al final que de entrada se había jugado el partido que él había diseñado. Muy incómodos los de Vicente Moreno, incapaces de inquietar la portería ganxet, dedicaron casi toda la primera mitad a evitar el 1-0. Lo tuvieron Jorge Díaz, con un disparo ajustado al poste que salvó Dimitrievski, y Edgar Hernández, que sufrió un posible penalti y vio como Gerard Valentín salvaba bajo los palos su remate.
Sólo cambió el guion en
La expulsión de Xavi Molina, rigurosa pero justa, marca un duelo más intenso que lucido
los últimos diez minutos de la primera parte, cuando el Nàstic logró sacudirse la presión, empezó a tocar y a conectar con su mejor futbolista ayer, Álex López. La tuvo el delantero de Calafell, que desequilibró y entró en el área, pero su chut se encontró con Edgar Badia. Formado en el Espanyol, él es una de las claves de la sorprendente marcha de los del Baix Camp, que hay que recordar que nunca habían jugado en Segunda A. Badia sumó su sexto partido sin encajar y es el portero menos goleado de la categoría.
Tras el descanso todo se precipitó en diez minutos. Segunda amarilla a Molina, rigurosa pero justa, posible penalti a Muñiz y el gol de Fran Carbia, máximo goleador del Reus. El pequeño delantero, formado en la base del Nàstic, encontró su espacio y cabeceó el 1-0 frente al área pequeña. Hasta el final, dominio total del Reus, que perdonó dos ocasiones claras (Miramon y Chrisantus) y no sentenció, pero que no pasó apuros. El Reus ganó tras tres derrotas seguidas y el Nàstic liquidó así su minirracha de dos victorias consecutivas.