La Taberna Gallega de Marcos El mejor pulpo, pescado y marisco de Barcelona

Pocos sitios hay en Barcelona donde disfrutar de la esencia de la cocina de Galicia como La Taberna Gallega de Marcos, un establecimiento con casi 25 años de vida que se ha ganado a pulso el honor de convertirse en una referencia en la capital catalana.

Situado en el Port Olímpic de Barcelona, con unas magníficas vistas al Moll de Gregal y al puerto deportivo, La Taberna Gallega de Marcos es algo más que un restaurante, es el reflejo en forma de establecimiento hostelero del carácter y la personalidad de Mercedes Armesto, su propietaria.

Galicia, en el corazón y en el plato

Mercedes llegó a Catalunya desde su Celanova natal cuanto tenía 17 años. Lo hizo, como suele explicar, “con una mano delante y otra detrás” pero con el ímpetu y unas ganas de trabajar poco habituales en una adolescente. Y si hay algo que se mantiene vivo en su carácter y en su restaurante es, precisamente, esa laboriosidad que se traduce en todos y cada uno de los platos que sirven en La Taberna Gallega de Marcos.

Este restaurante barcelonés ofrece hoy una capacidad para acoger a 450 comensales y raro es, por no decir inexistente, el que no se va satisfecho a casa, con el estómago complacido y con una sonrisa en la boca. “Siempre hemos tenido claro que nuestro trabajo va más allá de la buena comida. Eso, como el valor en la mili, se le supone; lo que queremos es que quien se siente a nuestra mesa recuerde esa experiencia como unas horas agradables en las que se sintió feliz. No hay mejor recompensa que esa, la de convertir a los clientes en amigos”, explica Mercedes.

Materia prima seleccionada

La mejor intención y el servicio más esmerado sirven de poco para un restaurante si la materia prima no acompaña. En La Taberna Gallega de Marcos lo saben y no escatiman esfuerzos en adquirir los productos más seleccionados con los que elaborar sus recetas. Así, el pescado y el marisco llegan de O Grove, el cochinillo es de Segovia, el cabrito de Burgos y la ternera de Sarria, en Lugo, “donde se cría la mejor”, cuenta Mercedes Armesto, quien añade que “cada día recibimos el mejor marisco de Galicia, que nos llega por avión y vivo para que los clientes disfruten de productos frescos”.

El marisco es uno de los ejes de la cocina de La Taberna Gallega de Marcos, pero si hay dos platos que definen la esencia del restaurante –o de Galicia, que en este caso son sinónimos– son el pulpo a feira y el arroz caldoso con bogavante. “El pulpo es un icono de la gastronomía de Galicia y estoy convencida de que la cocina gallega no sería la misma sin ese producto”, sostiene Armesto.

Seguramente por eso, si hay un producto elegido con esmero es el pulpo, que llega desde la isla de Ons, en las Rias Baixas, donde se crían los mejores del mundo. No resulta extraño, pues, la aceptación de este plato entre la clientela de La Taberna Gallega de Marcos, que reconoce servir cada diez días alrededor de mil kilos de pulpo a sus clientes.

Menús y grupos

Comer a la carta en La Taberna Gallega de Marcos es un absoluto placer, pero la dirección del restaurante sabe que existe un tipo de público que tiene otras necesidades para las que también hay respuesta. Así, de lunes a viernes el local ofrece un menú completo formado por aperitivo, una amplia selección de primeros y segundos platos, postre y chupitos de orujo gallego (¿de dónde si no?) por un precio de 11 euros. Se trata de un menú muy cuidado y elaborado que mantiene la filosofía de calidad y servicio que siempre ha acompañado al plato. “El resultado –según explica Mercedes Armesto– es que hemos logrado captar una clientela fiel que trabaja cerca de aquí y que se ve obligada a comer fuera de casa. A ellos les proponemos un menú variado, a un precio asequible y de muy buena calidad”.

En este mismo sentido, La Taberna Gallega de Marcos ofrece a las empresas menús para grupos que comienzan “a partir de 28 euros y hasta donde el cliente elija”, cuenta Mercedes, quien añade que “nuestro local es ideal para celebraciones de grupos como las navideñas, que están a la vuelta de la esquina”.

Abierto todos los días del año desde las once de la mañana y hasta la una de la madrugada, uno de los aspectos que define al restaurante es la inexistencia de turnos. “Nadie se queda sin un plato en la mesa, sea un menú de mediodía o una comida a la carta de un precio más elevado. Todos los que nos visitan reciben la misma calidad y el mismo servicio personalizado. No ponemos turnos porque nosotros no somos nadie para imponer en qué tiempo deben comer. Si buscamos la felicidad del cliente, ¿por qué apremiarle o incordiarle? Si pasa tiempo alrededor de nuestras mesas es porque se siente a gusto y eso es lo que buscamos siempre”, afirma Mercedes Armesto.

Esa unión entre la calidad de la comida y la atención familiar que prodigan las cerca de 70 personas que conforman la familia de La Taberna Gallega de Marcos ha hecho que clientes de todas procedencias visiten su local. Curiosamente y pese a estar ubicado en un lugar muy turístico, la clientela del restaurante es, según confiesa Mercedes, “mayoritariamente nacional”, aunque reconoce haber recibido mensajes de personas de diferentes países que “han querido agradecernos la calidad y la atención que recibieron. Eso es algo que anima y reconforta y que viene a reconocer la incansable dedicación de muchos años; la mía, la de mi marido Julio, la de mi hijo Marcos, que siempre me han apoyado, pero también de un equipo humano que no tiene precio. Me siento orgullosa de contar con los mejores”.