“LCI optimiza el trabajo de sus clientes y reduce sus costes mediante la calidad”

LCI Engineering es una empresa especializada en ofrecer servicios de mejora de procesos y de calidad para el sector de la automoción. Para conocerla con más detalle, hablamos con Eva Salgado, responsable de la filial española de esta compañía de origen au

¿Cuáles son los orígenes de LCI Engineering?

La empresa nació en Viena en el año 1990 de la mano de Christoff Langthaler con la intención de ofrecer servicios de ingeniería al sector de la automoción, en especial en el ámbito de la calidad que muchas veces tienen incidencia también en los procesos. LCI opera en España de forma directa y a través de subsidiaria propia desde el año 2012 y dispone de presencia en Martorell y en Pamplona, cerca de las factorías de Seat y Volkswagen. Uno de los objetivos de LCI es ampliar nuestra presencia geográfica para estar al lado de todos los fabricantes de automóviles y de sus proveedores, es decir, estar en las zonas Ford-Almussafes, Opel-Figueruelas, Daimler-Vitoria, Nissan-Barcelona, Renault-Valladolid y PSA-Vigo.

¿A qué perfil de cliente se dirigen?

Estamos centrados únicamente en el sector de la automoción. Esto hace no solo que lo conozcamos bien, sino que podamos prestar servicios

a fabricantes y a sus proveedores de primer y segundo nivel para resolver cualquier problema que puedan tener en el ámbito de la calidad a través de diferentes servicios. Tradicionalmente hemos tenido una fuerte relación con el consorcio Volkswagen, pero podemos trabajar –y lo hacemos– para cualquier fabricante.

Y esos servicios son…

Nuestra labor se articula en torno a cuatro grandes áreas de trabajo. La primera de ellas es la asistencia y representación técnica, donde actuamos como cara visible del proveedor en el fabricante, con frecuencia mediante ingenieros nuestros que se integran en el equipo del cliente. La segunda gran área de trabajo es la de soporte mediante un pool de expertos nacionales e internacionales para estudiar y resolver un problema muy concreto. También en este caso se trata de ingenieros senior con una larga experiencia en el sector y a los que acudimos para cuestiones específicas. En tercer lugar se encuentra la revisión y el retrabajo de piezas y componentes, tanto para fabricantes como para proveedores, una labor que permite que cuando una pieza concreta llegue a la línea de montaje lo haga en perfectas condiciones y ajustándose a lo que necesita el fabricante.

¿Y la cuarta?

La cuarta línea de trabajo es la formación, que hacemos a partir de la LCI Academy, donde realizamos programas de formación y workshops para proveedores y constructores de automóviles.

¿Cómo definiría la filosofía de trabajo de la empresa?

Creo que lo que mejor nos define es que siempre procuramos llegar al problema raíz para eliminar la causa que lo genera. El éxito de nuestro trabajo es ayudar a los clientes a optimizar sus procesos y, a través de la mejora de la calidad, reducir sus costes. Además, el hecho de formar parte de un grupo con 35 bases en Europa y 10 en India, China y México hace que se generen sinergias que nos ayudan a ir siempre un paso más allá. Esa forma de trabajar, unida

a que seamos capaces de integrarnos con los clientes como un partner en sus propias instalaciones, hace que se establezca una relación de fidelidad y confianza. ¿Cuáles son los retos de futuro de LCI Engineering?

A principios de 2017 pondremos en marcha in Test Center en Martorell, muy cerca de Seat, donde podremos realizar labores de comprobación para asegurarnos de que las piezas que llegan al fabricante lo hacen con un nivel 0 de rechazos. Por otra parte, trabajamos en la puesta en marcha de programas de calidad en los proveedores que deben suministrar componentes para el nuevo Seat Ibiza, por lo que las perspectivas son optimistas. Por último, queremos que LCI Engineering sea conocida como un referente en calidad para el sector de la automoción y poder colaborar también con otros fabricantes instalados en España.