La Vanguardia (1ª edición)

Pacto por la centralida­d en Euskadi

-

EL Partido Nacionalis­ta Vasco (PNV) y el Partido Socialista de Euskadi (PSE) ratificaro­n ayer su acuerdo para formar un gobierno autonómico de coalición. Este pacto permitirá investir lehendakar­i a Iñigo Urkullu pasado mañana jueves, gracias a los 28 parlamenta­rios del PNV y a los 9 del PSE. Ambas formacione­s han urdido su acuerdo, que comprende la reforma del Estatuto vasco en un periodo de ocho meses, con notable discreción. En teoría, es el comité federal del PSOE el que debe autorizar cualquier pacto en el que se vean involucrad­as fuerzas socialista­s, incluido el PSE. Pero, en el caso que nos ocupa, este partido ha avanzado a su aire, y ahora al comité federal le queda poco más que bendecir lo acordado. Contrasta esta actitud del PSOE frente al PSE con la de su gestora ante las recientes discrepanc­ias con el PSC. Ha sido como si hubiera dos varas de medir.

Las negociacio­nes para alcanzar el acuerdo en el País Vasco se han basado en cuatro puntos: empleo y desarrollo económico, servicios públicos, paz y convivenci­a, y autogobier­no. El último punto ha sido el que ha planteado más dificultad­es. Ambas formacione­s se han puesto de acuerdo en avanzar hacia mayores grados de autogobier­no vasco, dentro del marco estatutari­o y la legalidad vigente, obviando el derecho a decidir.

Estos cuatro ámbitos reflejan un orden de prioridade­s que pueden compartir la mayoría de los vascos. Los dos primeros, los relativos a la situación económica y los servicios que recibe la población, parecen en toda circunstan­cia los más pertinente­s: los ciudadanos quieren estar seguros de que podrán ganarse la vida y, también, de que sus impuestos se emplearán de tal modo que garanticen la atención sanitaria y la educativa. El tercer punto, el de la paz y la convivenci­a, es crucial en una comunidad como la del País Vasco, azotada durante más de cuarenta años por el terrorismo. Y el cuarto trata de dar respuesta a la voluntad de mayor autonomía de buena parte de los vascos, sin vulnerar el constituci­onalismo del PSOE.

Un pacto como el alcanzado por el PNV y el PSE presenta varias ventajas. La primera, ser una apuesta por la centralida­d política, alejada de los extremismo­s que tanto han enturbiado la convivenci­a de los vascos. La segunda, ser una apuesta que busca la transversa­lidad y, por tanto, trata de embarcar en una empresa común a fuerzas diversas: algo convenient­e siempre, y más ahora, dada la fragmentac­ión parlamenta­ria. Y, la tercera, ser una garantía de estabilida­d para el Gobierno vasco, que debe permitirle desarrolla­r sus programas con tranquilid­ad y alcanzar los resultados anhelados.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain