El bloqueo de sitios web se demuestra eficaz en la lucha contra la piratería
El cierre masivo de páginas en el Reino Unido redujo un 22% el robo de contenidos
Bloquear las webs que distribuyen creaciones eludiendo los derechos de propiedad intelectual y los impuestos correspondientes –sin cobrar al usuario directamente pero obteniendo un lucro indirecto considerable– no es la panacea contra la piratería, pero sí constituye una herramienta eficaz para ayudar a combatirla. Lo prueba el estudio empírico que la estadounidense Fundación de Información, Tecnología e Innovación (ITIF) ha realizado en el Reino Unido y ayer presentó en Madrid junto a la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, organización que agrupa en este combate a las asociaciones españolas de artistas y autores de distintos ramos.
El informe se sustenta en el análisis del impacto que el bloqueo de 53 webs piratas del Reino Unido en noviembre de 2014 tuvo en el comportamiento de 58.809 usuarios. El trabajo de campo, pilotado por la Universidad Carnegie Mellon, se inició tres meses antes de la acción y acabó tres meses después. Los consumidores se dividieron en diez grupos, según las veces que visitaron los sitios en cuestión durante el primer mes de la prospección.
Como dato más significativo, el análisis arrojó una reducción del 22% en el conjunto del consumo pirata después del bloqueo. Los seleccionados cambiaron su comportamiento hasta el punto de incrementar en un 10% sus visitas legales de música y videos en transmisión continua con publicidad, y en un 6% las de sitios de streaming por suscripción, como Netflix.
La paralización de los sites ilícitos cohibió especialmente a los beneficiarios más asiduos del aprovechamiento ilegal de contenidos, que redujeron su consumo de esas páginas en un 28%; en paralelo, sus accesos a sitios legales financiados con publicidad y por suscripción aumentaron en un 48,1% y un 36,9%, respectivamente.
La medida de las autoridades provocó una caída del 90% en las visitas a los sitios bloqueados (de 86.735 pasaron a 10.474), sin ocasionar un incremento de los clics en sitios piratas no bloqueados.
El analista de ITIF encargado de presentar el estudio, el australiano Nigel Cory, insistió en la necesidad de combinar los bloqueos de páginas piratas con otras muchas medidas –administrativas, punitivas y formativas– siempre con la combinación del “palo y la zanahoria”; palo más bien para los proveedores que se lucran del enorme negocio de este tipo de apropiación indebida y zanahoria para incentivar al uso de páginas legales por parte del consumidor final. Y bajo una consideración
“La piratería no es un delito sin víctimas”, declara el analista de la organización que presentó el estudio
que podría ser un lema: “La piratería no es un delito sin víctimas”, las cuales suman millones de creadores y personas que de un modo u otro viven de la creación.
Cory, que hoy se reunirá con los partidos en el Congreso, se mostró sorprendido cuando los representantes de la coalición de autores españoles le hicieron saber que en los últimos seis años las autoridades han cerrado aquí sólo seis páginas piratas. ¿Qué le parece?, le preguntaron. Con elegancia, Cory se limitó a señalar que su última información del Reino Unido daba cuenta de 1.700 bloqueos.