El Reus expulsa a un juvenil por apoyar al Nàstic
Rubén Sánchez Giner, de 17 años, hasta el domingo por la tarde jugador del juvenil B del Reus Deportiu, no volverá a vestir de roig-i-negre. Por el único motivo, según explicó ayer a La Vanguardia él mismo y su padre, Ginés Sánchez, de que animó al Nàstic junto a los 350 aficionados desplazados desde Tarragona al Estadi Municipal el domingo. “No he ido en contra del Reus ni mucho menos he infravalorado mi club. Sé que he actuado mal pero ha sido por inconsciencia, en ningún momento quería dañar la imagen ni faltar al respeto”, razona Rubén.
“Mi hijo se equivocó, pero no insultó a nadie, lo único que hizo es animar al Nàstic, el equipo de su corazón. Es vergonzoso, al parecer uno tiene que esconder sus colores”, explica Ginés, triste e indignado. Rubén compró dos entradas la pasada semana en las oficinas del Nàstic para poder ver el derbi junto a su novia. Como futbolista del juvenil del Reus tenía una invitación para poder presenciar el derbi. “No pude sacar las entradas con mi carnet del Reus y decidí ir con mi carnet de socio a buscarlas al Nàstic”, explica Rubén. Todos los aficionados grana tenían un mismo espacio reservado en el Estadi. Su padre lo lamenta, admite su error, pero no entiende la “reacción fulminante” del Reus. “Lo han echado como a un perro, sin hablar antes con él ni con su familia cara a cara”, critica.
El Reus Deportiu, preguntado por este diario, optó por no hacer ningún comentario. Rubén, del Morell (Tarragona), es desde hace 10 años aficionado y socio del Nàstic, y fichó por las categorías inferiores del Reus este verano. El chico había logrado hacerse un puesto como titular en los últimos partidos en la delantera del juvenil B del Reus. El domingo por la tarde, tras el derbi, su equipo jugaba contra la Floresta y Rubén se quedó en el banquillo, sorprendentemente. “Papá, me han echado, me han pedido que devuelva la ropa y que no vuelva más”, explicó Rubén.
Cuando el padre pidió explicaciones al coordinador del fútbol base, Marc Carrasco, siempre según la versión de padre e hijo, le explicaron que lo que había hecho Rubén era “inaceptable y una falta de respeto”. El padre critica que públicamente el Reus asegure que tiene una buena relación con el Nàstic y después actúe de este modo. “Hablan de fair play, pero todo es una gran mentira”, lamenta Ginés. El chaval pidió a su padre no hacer ruido y buscar otro equipo para jugar, pero finalmente la familia, indignada, ha denunciado el caso. Rubén recibió ayer múltiples muestras de apoyo en Facebook.